Eclisse :|| Strega medievale
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Ophelia1576351 · F
—¿Hace cuánto tiempo estás encerrada aquí?
No hacía falta que la contraria le aclarase que no era un espíritu, a la hora en la que la había encontrado,
Hacía cuatro días, según sus cálculos, que había entrado a ese hotel en Nueva York y no había podido registrar su partida, ya que estaba retenida bajo su voluntad. La pregunta es por quién y por qué. Al principio, conjeturó que sería un simple secuestro a gran escala pero la situación comenzó a oscurecerse cuando descubrió que no había otras personas en ese lugar. Solo espíritus.
Un hermoso antepatio verde, lleno de flores e incluso un conejo juguetón, habían atraído a Ophelia a ingresas y pasar la noche allí. Luego de haber vendido el último retazo que le quedaba de su padre, necesitaba recargar fuerzas antes de regresar al campamento. Así que ese oasis en la jungla de concreto, estaba destinado a aparecer en su camino.
Ahora sí, todo comenzó sin que ella sospechase en absoluto. El ser que la atendió en la administración, muy humano en apariencia, con simpatía le dio la bienvenida y la llevo a su habitación. La joven durmió plácidamente sin ningún inconveniente, pero cuando se despertó la mañana siguiente el hotel estaba vacío y por mas que lo intentó de diversas maneras, no pudo salir. El único patrón que había encontrado era que los espíritus salían al atardecer a recorrer los locales.
—Si sabes algo o tienes alguna teoría de lo que sucede, te suplico que la compartas. —Finalizó así su discurso para la extraña, de la cual sus ojos no se separaron en ningún momento. Comenzó a sentir un cosquilleo agradable que subía desde la planta de sus pies, anulando la sensación del estómago revuelto ante tanto disgusto. Conocía muy bien el sentimiento, era esperanza.
No hacía falta que la contraria le aclarase que no era un espíritu, a la hora en la que la había encontrado,
Hacía cuatro días, según sus cálculos, que había entrado a ese hotel en Nueva York y no había podido registrar su partida, ya que estaba retenida bajo su voluntad. La pregunta es por quién y por qué. Al principio, conjeturó que sería un simple secuestro a gran escala pero la situación comenzó a oscurecerse cuando descubrió que no había otras personas en ese lugar. Solo espíritus.
Un hermoso antepatio verde, lleno de flores e incluso un conejo juguetón, habían atraído a Ophelia a ingresas y pasar la noche allí. Luego de haber vendido el último retazo que le quedaba de su padre, necesitaba recargar fuerzas antes de regresar al campamento. Así que ese oasis en la jungla de concreto, estaba destinado a aparecer en su camino.
Ahora sí, todo comenzó sin que ella sospechase en absoluto. El ser que la atendió en la administración, muy humano en apariencia, con simpatía le dio la bienvenida y la llevo a su habitación. La joven durmió plácidamente sin ningún inconveniente, pero cuando se despertó la mañana siguiente el hotel estaba vacío y por mas que lo intentó de diversas maneras, no pudo salir. El único patrón que había encontrado era que los espíritus salían al atardecer a recorrer los locales.
—Si sabes algo o tienes alguna teoría de lo que sucede, te suplico que la compartas. —Finalizó así su discurso para la extraña, de la cual sus ojos no se separaron en ningún momento. Comenzó a sentir un cosquilleo agradable que subía desde la planta de sus pies, anulando la sensación del estómago revuelto ante tanto disgusto. Conocía muy bien el sentimiento, era esperanza.