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FaustoBertelli · 22-25, M
en el pañuelo, y continuó el camino hacia la salida dea residencia.
FaustoBertelli · 22-25, M
No pudo evitar reír con discreción; para su deleite, su prima seguía manteniendo ese característico sentido del humor retorcido. —Pienso que es sabio colocar a un familiar de la señora Arya antes de dar un paso a ciegas— se llevó la mano al mentón, pensativo. —Mientras se lleve a cabo ese proceso, debes elegir al reemplazo ideal del socio de tu padre— se abotona el saco, cerrándolo. Había muchas cosas por hacer. Los traidores ya les llevaban bastante ventaja. —Pondré a prueba al pariente de la señora Arya; si es apto, comenzaré de inmediato mi parte del trabajo— caminó en dirección a la puerta, y con la mano sujetando la perilla, volteó la cara para dedicarle una mirada compasiva a su prima. —Tienes el trabajo más tedioso y complicado de todos. Trata de apoyarte en el buen criterio de Shionne, y enfoquense en crear menos roces en las próximas reuniones— a último momento de cruzar el umbral, añadió. —Ah, casi olvido el regalo de mi querida sobrina— envolvió los diminutos cuerpos inertes
LeahFirenze · 31-35, F
—La muerte de mi padre ha conmocionado a todos en la familia. Los miembros del consejo insisten en que deben permanecer tal y como han estado hasta ahora, en nombre del bienestar del clan. Aunque no voy a usar las palabras que usaron ellos.— Examinó con detenimiento los nombres escritos en el pequeño libro. —Pero tienes razón, primo. El clan de Arya debe tener voz y voto en la familia, creo que muchos de los nuestros aún no comprenden la magnitud de esta alianza. Ven a los salvajes como soldados, como ignorantes, o peor aún, como animales.— Cerró el libro, usando sus dedos para deslizarlo hacia el centro de la mesa. —Debemos hacerlo. Pero para eso también debemos separar las manzanas podridas del resto. Necesito tu buen criterio para decidir quién de los ancianos debe ya...— Buscó la mejor forma de decirlo. —Jubilarse.
FaustoBertelli · 22-25, M
apretón.*
FaustoBertelli · 22-25, M
Era un alivio poder presenciar la flexibilidad de su líder, un enfoque que estaba chocando con algunas figuras de poder en el clan. —Ojalá el problema fuera enteramente generacional. La mentalidad avariciosa también ha sido heredada por gente joven— pasa las hojas del pequeño libro en el que estuvo escribiendo, y lo coloca justo al alcance de Leah. —¿Por qué no han nombrado a ningún familiar del lado de la Señora Arya como consejero? Voy a consultar con Shionne, pero poner un voto verdaderamente neutral en la mesa les conviene— le mostró una lista con nombres. —Estos son mis candidatos. Corrobora con tu esposa si en verdad son de fiar, e integra a uno o dos al consejo. Si tanto les gusta a los ancianos apegarse a las normas de antaño, entonces no van a discutir esto. El poder debe balancearse— suspiró, sintiéndose repentinamente cansado. Después de un momento de silencio, continuó. —Devolveremos el poder a las manos más competentes— le pone una mano en el hombro, dando un inofensivo ap
LeahFirenze · 31-35, F
—Creo que tengo en mente a alguien que encaja a la perfección para el trabajo.— Sin duda el clan de salvajes era aguerrido, cazadores expertos, con sus instintos de depredador totalmente desarrollados, pero entre ellos, los hermanos de sangre de Arya destacaban, quizás sería útil la joven loba que se veía maravillada con su nuevo mundo. —La enviaré a tu oficina más tarde.— Un respiro de cansancio se hizo presente, ahora que su padre no estaba, había ciertas cosas que debían cambiar. —No tomo la verdad como una ofensa, querido primo. Confiamos tanto en nuestras armas que a veces olvidamos nuestros orígenes. La alianza con los salvajes debería recordarnos lo que somos.— Desvió la mirada. —Es difícil convencer a los viejos.
FaustoBertelli · 22-25, M
—Mientras esperamos a que Shionne regrese con su tajada de información, necesito que me presenten a alguien de confianza. Que tenga la mejor nariz, y que de preferencia no sea uno de tus hombres— se levantó de su silla; al estar erguido, ocultó dentro de su saco un arma de fuego. —¿Qué tal alguien de la familia de Arya?— llegar a esa idea no fue difícil; de poder elegir, sin duda tomaría a Arya para el trabajo. —No te ofendas, pero entré aquí sin mucha dificultad. Tanto tiempo viviendo cerca de comida cocinada y perfumes les ha estropeado los sentidos a muchos— añadió, decepcionado. Haber pasado tanto tiempo lejos de casa le estaba ayudando a ver con claridad varios defectos de seguridad.
LeahFirenze · 31-35, F
¿Cómo estaba rondando un rumor tan importante? Frunció el ceño de inmediato, sus dientes se apretaron y sus ojos ámbar parecieron brillar con el anhelo del depredador que desea matar. —Nos han estado espiando. Debes descubrir quién es el topo.— Demandó. No podía dar pie a una rebelión en su propio hogar. —Esa información solo la conocemos a detalle un muy reducido numero de personas, Arya, Shionne, yo y ahora tú.— Hizo una pequeña pausa. —Los cuervos exiliados están de mi lado. Pero las predicciones del cuervo vidente no han sido de mucha utilidad hasta ahora.
FaustoBertelli · 22-25, M
Se mantuvo en silencio un rato, con su verde mirada fija en una hoja a medio llenar. Suspirando, giró la silla para lograr ver de frente a su prima. —Antes de saltar a conclusiones... Escuché que tienes ojos y oídos que nadie más del clan tiene. ¿Aves del bosque?— no estaba seguro de tener la información correcta, así que lanzó el nombre sin más. —No sé si sea una clave para algo... Pero, conociendo cómo son algunos parientes paranoicos, debe ser insoportable para ellos no conocer asuntos que tú sí. Maldición...— se preguntaba qué tan seria era la infestacion de ratas en la residencia Firenze. —Cuéntame todo— demandó con preocupación en su semblante.
LeahFirenze · 31-35, F
Dejó escapar un suave suspiro, ante su más grande temor: el enemigo en su propia casa. Elegantemente se sentó frente a él, colocando ambas manos en los brazos de una de las refinadas sillas que se encontraban ahí. —No me sorprende escucharlo.— Lo miró, con cierta nostalgia. Ese niño con el que había convivido en su infancia se había convertido en un hombre inteligente y por demás capaz. —¿Qué debemos hacer al respecto?— Sin dudarlo buscó su consejo.

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