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Beware; for I am fearless, and therefore powerful.
About Me
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[center][code]Doctrina y estudio experimental de los fenómenos químicos que se desarrolló desde la Antigüedad y a lo largo de la época medieval y que pretendía descubrir los elementos del universo, la transmutación de los metales, el elixir de la vida, etc.[/code]
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[code] Nombre: Ériu Azymondias
Edad: 17 años
Ocupación: Princesa, [b]heredera al trono de Xeivia[/b]; alquimista.
Apodo: La que desciende de las estrellas, [b]Starlight[/b]; Iu.[/code]

[code] "En una noche callada
el cielo se cubrió de almas
y una estrella solitaria
besó la tierra con sus plantas..."

Cuenta la leyenda que Xeivia (Zeivia) era un lugar desolado, un páramo yermo donde la vida no había podido establecerse desde que una catástrofe había acabado con una civilización que cometió el pecado de desafiar a los dioses. Las tierras áridas se extendían de extremo a extremo de la comarca, los vientos levantaban nubes de polvo donde antes había verdor y humedad; un aire de soledad irremisible se respiraba en el ambiente, acompañado del silencio perpetuo que ningún aullido, graznido o siquiera el rumor del agua corriente rompían. La nada reinaba por doquier.

Una noche de plenilunio, el manto estelar se agitó con una lluvia de estrellas fugaces. Las luces viajaban raudas por el cielo nocturno, iluminando los parajes quietos con sus estelas boreales, creando claroscuros en donde antes solo estaba la sombra de la ruina; y una de esas estrellas se aproximó al planeta, abandonó su travesía por el firmamento y descendió, tomando forma humana; ahí donde sus pies se detuvieron, las plantas se asomaron desde el corazón de la tierra para saludarla y rendirle pleitesía, acariciando el aura prístina de su ser; y, y cuando ella se detuvo a sentir el clamor de los ríos subterráneos, éstos se agitaron, buscaron un escape a su encierro y regresaron a la superficie, mojando las grietas para volver a crear los ríos que alimentarían la grandeza de ese reino. En esa misma noche, la estrella recorrió el desierto, rejuveneciéndolo; para cuando la mañana hubo llegado, la estepa había reverdecido, la vida latía en sus caminos. Satisfecha, la estrella se retrajo a lo profundo del bosque, rodeándose de árboles; no podría volver a los cielos tras usar su propia esencia para salvar aquella región olvidada, pues era ella misma quien alimentaba los vergeles pulsantes donde nuevos hogares nacerían. Así que entró en un sueño profundo, descansando de su labor.

Las noticias del milagro obrado en aquel lugar se extendieron hasta los confines del globo, y los más aguerridos exploradores buscaron desentrañar el misterio de la vida nacida en medio de la nada, infructuosamente; era como si la vegetación siempre en crecimiento y las extrañas, poderosas criaturas que acudieron a habitar en ella, protegieran el dormir de la estrella, impidiendo que cualquier intruso lo quebrantara. Finalmente, tras largos años de intentos y expediciones, un solo guerrero, valiente y audaz, logró encontrar el lugar donde la doncella reposaba, liberándola de su eterno despertar; ella, deseosa de aprender, lo siguió en sus aventuras, y tras largos viajes ambos fundaron el reino de Xeivia, uniéndose para dar origen a un largo periodo de paz y prosperidad. La esencia de la estrella se transmitió de madre a hijos, y éstos eligieron consortes que pudieran ayudar a preservar tal poder; así, la dinastía comenzó a expandirse, conservando la pureza de su origen mediante las nupcias entre los selectos miembros de ella, de modo que la sangre no se diluyera y solamente las Casas nobles del reino tuvieran la capacidad de emplear la magia.

Han pasado diecinueve generaciones desde aquel mito lejano, del cual no se conserva nada más que la costumbre de mantener la integridad de la familia mediante las uniones entre sus miembros. Sin embargo, hay un aspecto de la leyenda que muy pocos saben, solo los más privilegiados y estudiosos miembros de la estirpe: uno de los nacidos en la vigésima generación será depositario del poder de la estrella, renacida en alguno de los vástagos pertenecientes a ella; él (o ella) será una reencarnación de la matriarca, y su poder podría marcar el inicio de una nueva era, o el fin de la actual. Por supuesto, hay quienes se resisten a perder sus privilegios, y quienes aspiran a un nuevo periodo de grandeza; así que, en el más grande secreto, los líderes de la familia conspiran, se enfrentan y obstaculizan mutuamente, con la esperanza de descubrir a tiempo quién será el agraciado, y así usarlo para sus propios fines.[/code]