Ah, no podía más. ¿Cómo es que Elisse podía despertar esa necesidad tan grande de ella? Se inclinó poco más, suaves besos los que roba de sus suaves y carnosos labios.

━ Mi atención siempre será tuya, a cualquier hora, en cualquier lugar.

Sentir las yemas de sus dedos recorrer su espalda hacia que un escalofrio le recorriese, aunque era uno muy peculiar al tratarse de ser provocado por Jeanne, probablemente el amor de su vida.

— Tú me hiciste de esta forma... es inevitable para mi el querer tu atención.

La sonrisa llegó a su rostro, imposible ocultarla y mucho menos con esa disposición suya, ¿cómo resistir el encanto que tiene Elisse? Los dedos se movieron apenas en ese mismo lugar.

━ Que petición tan caprichosa, me encanta.

Suspiró entonces ante aquella pequeña mordida, sonriendo solo un poco mas. Sentir las manos ajenas recorrerle con cierto grado de delicadeza era suficiente para sentir a su estomago repleto de mariposas.

— Pues hazlo, yo encantada de que lo hagas.

Las manos pasan a deslizar contra la espalda de su esposa, hasta poder adueñarse de su cadera. Estando ahí se inclinó a morder el labio inferior, breve, antes de poder hablar.

━ Eres tan considerada, podría mirarte todo el día.

Apenas fue jalada hacia la contraria, esta rio un poco y apoyo suavemente su diestra sobre el hombro ajeno mientras que con la otra sujetaba suavemente la cintura ajena.

— Siempre es mi plan cariño, cada prenda que uso es pensando en si te gustará o no.

Y no se conservó al momento de mirar con lujo de detalles cada tramo de aquella figura, el propio diseño del traje le atraía; una vez giró, la jaló hacia su propio cuerpo.

━ Y las seguirás escuchando. Parece que cada día encuentras como hacer que no deje de mirarte.

La diferencia de actuar fue suficiente para hacerle reir. Guiandose de la mano ajena, giro de forma lenta sobre si, para lucir cada detalle de la ropa.

— No sabes cuanto amo oirte decir cosas asi... eres simplemente fascinante.

Ríe en alto, probaría algo diferente, así que tomó la mano de Elisse, le indicó con la otra mano el poder dar una vuelta.

━ Eres mi mujer, siempre voy a mirarte, sea lo que fuere que lleves puesto, o incluso si no llevas nada encima.

Se acercó hacia ella, un poco nerviosa.

— Ya... Puedo imaginar a que zona te refieres... aunque la idea es tener tú mirada en mi.