¿Por qué la prisa? Si se puede saber ¿Volverás a salir acaso? ~Empezo a vertir la sustancia un tanto viscosa que tenía adentro de uno de los frascos que tenía, notandose como dicho producto poco a poco comenzaba a fusionarse con la sangre del hombre~

No muy convencido se sentó en frente de ella, sus piernas cruzadas y las manos encima de las rodillas.
De su espalda se podía apreciar la sangre seca, o la que manaba reciente por su movimiento brusco. Sólo contenía la respiración.

—No te tardes, quiero acabar cuanto antes.

Ya se que estarás bien, ahora cállate y ven aquí ~La bruja se encontraba sentada en el suelo con varios frascos llenos de plantas medicinales~

—No son tan graves...

Dijo intentando convencerse, pero cuando intentó bajarse la camisa las heridas ardieron y no pudo evitar quejarse.

—Gkkk, voy a estar bien.

Sabes lo mucho que me excitan tus heridas abiertas ¿Cierto? Pero es momento de que las cure.