-Un escalofrió recorrió todo el cuerpo del aturdido depredador al haber sido tomado por sorpresa de esa manera, la manera en la cual la mujer apretaba su dura carne venosa junto con los movimientos suaves que realizaba sobre la misma hicieron que su cadera diera un empuje involuntario, incitando al deseo de su irrefrenable lujuria contenida-
Creo que podría decir lo mismo de ti Reina Demonio ~
-Ese comentario fue luego de notar como los pezones de la fémina estaban sumamente erectos rozando el torso masculino del mutante, este rápidamente dio una poderosa nalgueada al trasero de la provocadora chica de fuego, siguiéndola no sin antes disfrutar que ese maravilloso poema visual, gozando el como la mujer sabia como provocarlo visualmente a la perfección en esas acciones tan morbosas, las cuales hicieron poner lentamente en marcha al susodicho-
Coincido con tu plan, vayamos a un lugar mas tranquilo ~
-Sonrió maliciosa al escucharlo jadear, provocando un poco su propia maldad al apretar el puño alrededor de la gruesa y palpitante carne del alquimista.
—Mira nada más... ¿Quién es el que terminó ardiendo tan pronto? —Dijo burlona mientras comenzaba un suave desliz con su mano sobre el largo del mástil del varón.
Acercó más su propio cuerpo contra el ajeno y acercó los labios a su oreja para hablarle en voz muy baja.
—Vámonos de aquí, que no quiero mirones —Y con un suave tirón de su mano sobre el falo, terminó soltándolo. Acercó el pulgar a los labios, lamiendo de este un poco del líquido preseminal que se había impregnado en su yema para salir de aquel callejón en dirección a algún lugar más privado para ambos.-
-Un largo y continuo ósculo era el evento entre ambos cuerpos de esas dos bestias dominadas por la pasión y la lujuria, las manos del imponente Alquimista recorrían cada centímetro del cuerpo de la demonio, a la par que notaba como los senos de esta se apretaban con recelo contra sus trabajados y fuertes pectorales.
El erudito estaba gozando de las poéticas y calientes frases que la hembra le dedicaba a diestra y siniestra, sumado a eso soltó un leve gemido entre besos al sentir como los delicados dedos de la ardiente reina tomaban sin permiso su miembro viril el cual a estas alturas se encontraba considerablemente despierto, latiendo en la suave tenaza de la fémina-
—Arder en este fuego que me abrasa y zarandea como a un mar revuelto. Eso quiero... —Confesó ella con voz ronca antes de fundir los labios con los de él en un beso profundo y apasionado.
Logró abrir la hebilla para dar paso a liberar el siguiente obstáculo: el cierre del pantalón que no demoró en bajar para meter la mano dentro de la prenda y buscar el ansiado trofeo. -
Si puedo notarlo, deberías saber mejor que nadie que si juegas con fuego puedes quemarte ~
-Fue la primera vez en todo aquel encuentro ocasional que el Alquimista sonrió de manera ladina y amplia hacia su invitada, tomándola rápidamente de esos voluminosos glúteos hacia si. El choque y el calor de ambos cuerpos se fueron fundiendo en un profuso beso acelerado que el mutante propino hacia la reina de llamas mientras sus viriles dedos recorrían toda la carnosidad del trasero contrario sin piedad en un masaje y apretón agresivo-
—A mi no me amenaces —Le susurró con voz ronca mientras deslizaba las manos hacia los hombros para recargarse en él mientras apegaba el torso contra el ajeno.
—A mi me gustan más las acciones... no la palabrería —Y rió maliciosa y traviesa por su propia confesión. Hizo descender la diestra por la piel suave y tibia del alquimista hasta la hebilla de su cinturón, desabrochándolo lentamente.-
Conoces el rumor de que los de mi clase disfrutamos del dolor en nuestros cuerpos y de producirlo en otros?. Es solo una teoría creada e inventada por las malas lenguas humanas, pero creo que seria interesante ponerlo a prueba ~
-Cerro los ojos al sentir la mordida sobre su piel, como acto instintivo llevo ambas manos a la pequeña cintura de la demonio la cual parecía estar reacia a abandonar la cercanía con el mutante, este generó una presión bastante fuerte con su tenaza sobre esta ultima-
-El inexpugnable e indescifrable rostro estoico de Alex lentamente esbozo una pequeña y diminuta sonrisa ladina, sintiendo esa mordida la cual recibió con gusto. Luego al ser apartado por la reina demonio este simplemente soltó una pequeña risa en forma de suspiro mientras veía como la mujer se alejaba lentamente de su cuerpo-
Acostúmbrese su majestad, los Alquimistas somos así ~
