Observó atónita a Entei. Su toque la encendió demasiado, y desgraciadamente la falta de prenda alguna sobre sus pechos delató a través de sus pequeños pezones esa reacción. Muy despacio asintió, mordiéndose el labio inferior.
Elevó las manos y la detuvo tras colocar sus ardientes palmas sobre sus hombros — Eso ya lo sé, no tiene nada de malo realmente— ¿Cómo soltarle un comentario sobre sus celos?, Básicamente odiaba que otros la observarán y sus miradas lujuriosas sobre ella le cabreaba. Ahora dirigió su mirada a ella con esos ojos destilando su propio elemento —¿No podrías cubrirlos frente a los mortales?— Su serio gesto quitaba cualquier posibilidad de responder el Porque de esa pregunta.
-Notó ese cambio, ¿Cómo no podría? Siempre estaba mirándolo. Caminó hacia él con pasos decididos, y ese ritmo ayudó a sus pechos a balancearse y hacer tintinear las cadenas unidas a sus piercing. Se detuvo frente a él y levantó el pecho.- ¿Qué pasa, llamitas? Son sólo senos. -Movió el torso con suavidad a los lados, agitando despacio las cadenitas y claro sus volúmenes.-
