« Back to Album · Next »
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Sakuya dirigió a Dio a una habitación en dónde habían varias mujeres de exquisita belleza, en trance, dispuestas a ser devoradas por el vampiro. La albina realizó una reverencia — ¡La cena está servida, My Lord—
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment