Creo que luchar contra osos es más creíble que cantar... /Pero, sonríe, suave, de esas pocas veces que lo hace delante suyo. Fue entonces que extiende su mano, un impulso, quizá, algo que la llamó a desear hacerlo. Esas dos últimas, son mucho más fáciles de hacer.
En ocasiones estás muy ocupada atendiendo asuntos importantes. A veces peleas contra osos, otras estás cantando. Lo usual. — Esta vez si ríe por lo absurdo que se oía, y agregó después, en un tono más dulce.— A veces me abrazas, y caminamos juntas por las noches.
— Zeve aprieta los labios para no reír, acercándose más a su rostro después.— En mis sueños tú haces muchas cosas, y todas me gustan. Así que puede ser posible.
Es algo que agradezco. /Cerró los ojos en cuanto siente la caricia, algo que agradó, aún si el rostro no lo mostrara, la cola lo haría al moverse lado a lado. Eso no, ni siquiera en tus sueños.
Todos estamos aquí para ayudarte y acompañarte. — La diestra se eleva, acariciandole suave la cabeza.— Tal vez, también dejes salir tu niña interior con el tiempo. ♡
Eso gue lo que dije. /Tampoco había intención de negarlo. Tomó la opción de ponerse de pie también. Es un buen lugar para estar, además que he recibido mucha ayuda.
¿Dices que me comporto como una niña a veces? Oh, vaya. — Con las manos en la cintura vuelve a enderezarse y su alegre risa resuena por breves momentos.— Te has adaptado muy bien, estoy feliz.~
Es bueno ver que seas tan comprensiva. Aunque a veces seas tú la que parece una niña. /Decidió apagar aquel cigarro con la mano libre, ya se desharía de la colilla después. No agradezcas, lo mínimo que puedo hacer es cuidarte tanto a ti, como a esos niños.
Hm. Tú también eres importante para mí, pero eres una adulta y no puedo prohibirte nada. — Sintió la necesidad de destacar ese pensamiento, aún en esa posición donde le sonrío. — Gracias por entender.
