Una especie de alarma comenzó a sonar dentro de la jóven. Un presentimiento que le hizo mirar diferente a Devana.
— Si sabes que lo diría, es porque tú no estás teniendo sentido en éste momento.
Continuaba marcando el paso junto a ella, aunque se volvió más lento su andar, retrasando la llegada a donde se supone que irían a comer.
— Es un hombre atractivo y si tuviera relaciones con él, sería un problema de nosotros dos, ¿no crees? A mi no me importa si le recuerdo a su esposa, o a quien sea. El sexo sólo es eso, un momento y nada más.
Vexanna guarda silencio en lo que suelta la mano ajena. Detuvo también su andar y sonrió levemente. Parecía estar haciendo un cálculo, pero sólo era ella, reflexionando. Estaba llevando demasiado lejos sus encuentros con la profesora.
