Si había algo que adoraba -aún más que cualquier muestra de coqueteo por parte de su pareja- era verlo sonreír, por lo que inmediatamente sonrió de vuelta. Su diestra viajó hasta el cabello de Joker solamente para enredar sus dedos en las hebras que yacían en su nuca; su pecho subía y bajaba un poco más rápido, todo gracias a su respiración agitada que parecía ir in crescendo a la par de su excitación. — Blake... — Murmuró un segundo antes de morderse el inferior ya que disfrutaba demasiado el calor y la humedad de sus labios en su pecho. Para colmo todo indicó que con las caricias que propiciaba a su vientre había presionado algún botón de exquisito placer pues su vientre acusó un torrente de lo que parecía electricidad pues hacía cosquillas y subía hasta su pelvis, haciéndola jadear en voz baja. Obligándola a tirar un poco de su cabello.

— Mmff... — Escalofrío tras escalofrío; la sensación de su tibia lengua acariciandole la piel, la traviesa mano que subía por su cuerpo, el embriagador aliento masculino rozando su comisura... Chordeva estaba dispuesta a morir y renacer en sus brazos, a entregarle su vida. — Sabes la respuesta a eso. — Tuvo que remojarse los labios merced a la costumbre que tenía de hacer aquello como un indicativo del antojó que la lujuria le provocaba. — Yo lo único que puedo pedirte es más de tus labios sobre mi piel... ¿Quisieras darmelos? — Cuestionó a media voz, fingiendo una dulzura que no solía expresar nunca.

No lo esperaba tan pronto así que aquello la tomó por sorpresa. Sin embargo, una sonrisa se formó en sus labios apenas sintió la suavidad de los ajenos en su cuello provocándole un leve escalofrío placentero. — No lo sé... Eso solamente me lo puedes decir tú. Estoy a tus merced, my Joker. — Tuvo que morderse el inferior y no sucumbir a la idea de cerrar las piernas para aprisiona las manos de su amado. Estaba totalmente embelesada en todo lo que él provocaba en ella con su mera cercanía.