— ¿Entrar al gato?

Escucho lo que le decía, Danna solo asentia.

— Si, si, déjame sola, no hay problema, que te vaya bien.

Hizo gesto con sus manos de "shu shu" Danna vería si salía o no.

— Que te vaya bien, si necesitas algo ya sabes.

— Nuevamente, gracias querida Danna.

Feliz abre su lata y bebe despacio, refrescandose la garganta. Miró después el reloj en su muñeca, terminando de comer el último bocado.

— Debo irme, antes de que oscurezca debo entrar al gato. ¿Por qué no sales tú esta noche? Eres joven, disfruta de la ciudad.

No sabía si era joven, pero la apariencia la tenía. (?)

— ¿Que te digo? Es un arte con el tiempo entender a los humanos, te das cuenta que esas pequeñas cosas los hacen felices. Tus donas te hacen feliz y eso a mí como tú sirviente me agrada. Igual puedo hacer liposucciónes (?)

Bromea acompañándola con otra dona, chasquea sus dedos apareciendo alguna bebida fresca de dieta.

— No lo comas solo, seguro te va a dar sed.

Ríe haciéndose el cabello hacia atrás con la mano, después toma una dona, analizándola.

— No podría hacer tu trabajo. Tu no juzgas los deseos de la gente, yo si. Me pondría furiosa si alguien pide tonterías...Ya sabes, tonterías que queremos los humanos.

Respira después de hablar tan fluido y sin pausa. Continúa con la fácil tarea de comer donas.

— Amo estas deliciosa, gracias Danna.

— No era un extraño ofensivo (?) Si no de única.

Chasquea sus dedos y estás donas parecieran las mismas pero no eran las mismas.

— Eso fue una decisión inteligente ¿Viste que te hago la vida más sencilla?

Flota en el aire sentada en forma de indio.

— Deberías tomar mi lugar (?)

— Siento que desear algo así es hacerle trampa a mi cuerpo. Pero...¡Danna, acabo de tener una idea!

Iba a tomar otra dona pero resistió, señalandolas con una gran sonrisa. Se sentía una genio. (?)

— Puedo desear donas sin azúcar, claro. Qué tonta.

Frota sus manos, quitando algunas migajas.

— Me han dicho que soy extraña, no pasa nada.

— Puedes desear bajar de peso, no tienes porque sentirte mal

Sonríe en complicidad con ella por la lógica en sus palabras, se pone a su lado acompañándola a comer esas donas.

— No eres un ser miserable... Eres la más extraña que me ha tocado, eso si.

Fija su mirada al frente masticando en silencio.

Aceptó la dona con una mirada culposa. Mastica despacio, pensativa.

— No eres mi esclava, eso es horrible Danna. Tu no eres una esclava eres...un ser superior que cumple deseos a personas miserables.

Mira su deliciosa dona a medio comer, bajando después la cabeza con un marcado puchero.

— Tengo que dejar de comer tantas donas.

— È bello conoscere tutte le lingue ~

Da otra mordida a su dona mirandole y negando.

— No me refería a eso, me refiero a que eres buena conmigo ¿Por qué? Soy solo tu esclava cumple deseos, no es que me esté quejando es solo que... No es usual esto, gracias.

Toma una Dona para su ama.

— Al menos coma conmigo ama

— ¡Entiendo! En Italia diríamos, che schifo.

Pero tsk era más simple y rápido, pensó. Quería hacer otro comentario pero miró confusa a la pelirroja. Parecía enojada todavía.

— ¿Comer muchas donas? Lo hago porque me gustan mucho. Ya me disculpé...