« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
DanHarper · 100+, M
La pureza era la flanqueza del mal, a él le llamaban extranjero, sin ser de otro lugar, misma aparición de su cuchillo en diestra, que demostraba su destreza apaciguada por la brahamante forma de respirar cauta, en busqueda de encontrar a su acechador. Tal cual espesa bruma sus pies fueron hacia delante, y en la eternidad bosquejosa empezó a desaparecer, dejando un rastro de sangre consigo.
Ensimismado perecía, pues, de silencio pecaba, y de razonamiento filosófico se nutría, con estrategia cerrada de combate y su aprendiz de naturaleza; Un dedo buscó una daga, traversa tras el pecho, que terminaba por hundirse sobre el índice y se esclarecía hacia la zona lateral de su brazo, encima de un pequeño trozo de cuero unido a una rienda negra, elevada al doble de su antebrazo, atada con un peñasco de hierro asistiendo su fuerza y corporeidad. No le bastaba con concretar el silencio, para apaciguar, y ahí, clavar la mirada sobre su enemigo. (...)
Ensimismado perecía, pues, de silencio pecaba, y de razonamiento filosófico se nutría, con estrategia cerrada de combate y su aprendiz de naturaleza; Un dedo buscó una daga, traversa tras el pecho, que terminaba por hundirse sobre el índice y se esclarecía hacia la zona lateral de su brazo, encima de un pequeño trozo de cuero unido a una rienda negra, elevada al doble de su antebrazo, atada con un peñasco de hierro asistiendo su fuerza y corporeidad. No le bastaba con concretar el silencio, para apaciguar, y ahí, clavar la mirada sobre su enemigo. (...)
Add a comment...