31-35, M
" El éxodo de las ideas. Talismán de la guerra. Decadencia. "
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AM1553761 · M
**El suave ácido del comentario en la parla de Mime le hizo sonreír hasta mostrar sus aperlados dientes bien acomodados en una galante mueca de placer, cerró los ojos en un parpadeo largo antes de regresarlos a él, enclaustrando –como en sus amatistas- la imagen del soldado escarlata en un matiz más bien verduzco. Con el libro bajo el brazo, se acercó hasta él —¿Qué te enseñaron tus padres sobre Kant? Porque creo que no te he visto revisando los libros de la biblioteca que es más bien mi habitación.— lo regresó pero fingiendo demencia, además de queriendo dirigir la conversación en esa vertiente de formación, con un tacto tan gentil que supo amargo en sus labios pero sonó melódico en su entorno. ¿Finalmente había redimido sus culpas y quería un nuevo inicio?
Extendió su mano hacia él, queriendo agradecer con un gesto inofensivo las atenciones brindadas por el pelinaranja, además de mostrarse inofensivo o desarmado —He leído “un poco”…— bajó su bandera. Se mostró humilde. Debía lograr un papel convincente —sobre teoría musical, pero si tu prefieres, discutiremos sobre filósofos alemanes. No tengo mucha prisa por volver al Valhalla y, por lo que infiero de tu rutina, tu tampoco. Es más, algo me dice que te gusta más estar en el bosque que en tu hogar; a veces podrías parecerte mucho a Fenrir.— esta vez no fue un comentario con el que estuviese en desacuerdo su verdadera consciencia, por eso no le fue difícil expulsar una risilla como un suspiro. Leve. Afable. Intentando inducir la calma en su entorno, pero mientras tanto en su mente sigue armando oraciones con las palabras claves que los llevarán a donde desea.**
Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos.
Extendió su mano hacia él, queriendo agradecer con un gesto inofensivo las atenciones brindadas por el pelinaranja, además de mostrarse inofensivo o desarmado —He leído “un poco”…— bajó su bandera. Se mostró humilde. Debía lograr un papel convincente —sobre teoría musical, pero si tu prefieres, discutiremos sobre filósofos alemanes. No tengo mucha prisa por volver al Valhalla y, por lo que infiero de tu rutina, tu tampoco. Es más, algo me dice que te gusta más estar en el bosque que en tu hogar; a veces podrías parecerte mucho a Fenrir.— esta vez no fue un comentario con el que estuviese en desacuerdo su verdadera consciencia, por eso no le fue difícil expulsar una risilla como un suspiro. Leve. Afable. Intentando inducir la calma en su entorno, pero mientras tanto en su mente sigue armando oraciones con las palabras claves que los llevarán a donde desea.**
