(2) Su mayor deseo era lograr que la Tierra se restaurará poco a poco para que Darién pudiera fomentar sus poderes. Sin embargo, ni siquiera podía hacer algo tan simple.

—Me pregunto si hay alguna otra manera de ayudarte. —Comentó distraída jugando un poco con las hojas de la planta. Eso, y que Seiya traería un regalo, obviamente, no podía negarse.

¿Cuidados? ¡Pero si ella si les ponía atención! ¿Debería desvelarse revisando que las plantas consuman totalmente el agua? Parecen niños chiquitos que no quieren comer su comida. Hmph.

Bajando sus manos a la falda escolar, frunció sus labios molesta. —¡No es justo! ¡Hago todo lo que quieren!. Las pongo en el sol y le echó mucha agua —Sacó la lengua a la planta para mostrar su razonable punto.

¿Cómo es que un cactus podría ser mejor que una planta que no pica? Ay, no entiende.

(...) ¡Uyyy! —Oye, Darién, andas muy chistosito el día de hoy, ¿No lo crees? —Remilgó poniendo su puño diestro al frente. Unos cuantos segundos después lo bajo, no tenía caso.

—En la escuela nos dijeron que había muchas formas de ayudar al planeta. Y, bueno, explicaron algo sobre oxígeno, intercambio y quién sabe que otras cosas. Pero... Ah. —Coloco sus brazos arriba de sus rodillas, con las palmas rozando el suelo. Su mayor deseo era lograr que la Tierra se restaurará poco a poco para que Darién pu

La acción contraria había dejado a Darien de rodillas mientras sostenía la regadera luego de enfocar toda su atención para que esta no derramara agua de más sobre la planta. Podía entenderlo rápidamente, estaba tan claro para él... el porque las plantas no florecían para ella.

—Más allá de que una planta necesite amor también debe recibir muchos cuidados, si realmente deseas tener una planta lo esencial es la paciencia y la dedicación.—

Dejo la regadera en el piso y acaricio una de las hojas sin haberse levantado ahí. Después se giro ligeramente hacía Usagi para sonreírle.

—Puedes empezar con algo pequeño, si las plantas realmente no te sonríen...creo que un cactus es la mejor opción.— Pensó si debía decirle esto a Seiya el mismo, quizá con ayuda de Lita ambos encontrarían las flores perfectas.

—Quizá ser soberano de la Tierra me da ciertas ventajas también.— Se encogió de hombros tratando de que su comentario fuera divertido, como si presumiera de sus méritos.

Vaya... Las plantas de Darien están muy bien cuidadas. Parecen realmente felices al vivir con su queridísimo Darien. Hm, ella por otro lado... —Darien~ —Entonó su voz con su característico dulzón. Juntó sus manos en seña de oración poniendo sus ojitos de cachorrito. —Porfis, porfis, porfis. Dime, ¿Cómo cuidas tan bien a tus plantitas, sí? Anda, no seas malito. —No se va a separar de él hasta que le diga el modo correcto. ¡Es que ya lo intentó varias veces pero, simplemente no la quieren! Cuando es con su mamá, florecen. Cuando es con su papá, se ponen verdes. Pero si es con ella, lloran.

¡Plantas malvadas! ¡Deben estar tratando de arrebatarle a Darien también! Ugh. —Por favor, Darien, ayúdame. Seiya dijo que me iba a regalar unas flores. No sé si son de su planeta pero... ¡Por favooor! —Se inclinó cada vez más al cuerpo del joven. Ya no sabía si tenía que ponerse a llorar para que le hiciera más caso, aunque ya estaba bastante grandecita para berrinches.