Todos sus huesos cedieron, la fuerza con que Demian lo golpeaba no se comparaba con ningún castigo que hubiese recibido en el pasado, se sintió cansado y está pelea estaba perdida desde el comienzo, o eso parecía hasta este momento.

Cerro los ojos mientras su padre golpeaba con saña su cuerpo, que se movía cuál hoja al viento bajo sus violentos actos, pensó en sus hermanos y el cruel destino que había causado para ellos, en su madre, que aún que ahora parecía inexpresivo tendría que cargar con esto y finalmente en su esposo, en todo lo que Bel era para él y se quedó inmovil, mientras el charco de sangre se hacia más grande bajo de él...—