Se instalo en aquella vieja mansión que había pertenecido a la familia desde tiempos inmemorables, había crecido ahí y conocía cada rincón de esta, ahí esperaría a su hijo, si iban a luchar sería en su territorio y bajo sus reglas —
Derek y Demián no eran los unicos que estaban en aquella mansión, Argenis tambien se encontraba, por supuesto que conocia la antigua recidencia de su esposo y habia sido uno de los primeros lugares en los que habia buscado, encontrandose a quien llamaba su consorte por su cuenta.
Sabia lo que se venía, conocia bien a Derek e incluso su esposo se lo había dicho, que estaba esperando que alguno de sus hijos viniera a intentar retirarlo del trono. Cuando el mayor de sus hijos llegó es Argenis quien lo recibe, mirandole a los ojos y asintiendo como indicandole que habia sido esperada su presencia, sin embargo, abre los ojos al sentir el aroma de su hija cerca, frunciendo el ceño y poniendose en la puerta para evitar que entrara
- Nadie más tiene permitido pasar.
Avisa a Eva, no le permitiria interrumpir a los hombres.
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A diferencia de Derek, Evangeline jamás había visitado aquella propiedad antes, por lo que se guió únicamente por el rastro de su hermano mayor, era una ventaja que al igual que Armand fuese una excelente rastreadora, pero eso no evitó que tuviese más retrasos de los que habría querido.
Cuando llegó a esa mansión deteriorada pudo percibir el aroma de Derek y también el de su padre, lo que le indicaba que estaba en el lugar correcto, sin embargo le recorrió un escalofrío el pensar en lo que se venía, ni siquiera tenía un plan concreto para ayudar, solo había obedecido a sus instintos que le gritaron que debía ir —Il n'y a pas de retour en arrière Eva— Murmuró para si mientras recorría a paso firme el extenso jardín de la residencia.
Aún no sabía que le esperaba dentro, pero si se ponía a pensarlo más inseguridad tendría, así que simplemente de ató su largo cabello con un listón y se preparó para lo peor.
Supo bien dónde encontrarlo, su padre solía ir ahí cuando quería respuestas, lo había llevado a ese sitio en más de una ocasión, por lo que no tuvo que hacer memoria del camino, el viaje no fue tan largo, pero se le hizo eterno, cada minuto que pasaba lejos del sitio era uno más que se mantenía seguro, pero sabía bien que esa falsa sensación de seguridad no duraría nada, su padre siempre se había encargado de romper toda la calma en su vida, era momento de enfrentarlo, era el siguiente a la línea de sucesión, simplemente aceleraría las cosas —
