El golpe de su madre dolió, pero no lo hizo tanto como su decepción, sentía que los había traicionado, que todo su amor había sido falso... Pero ya no había más que hacer, Derek se declaró ganador de aquella sangrienta afrenta que jamás debió ser.

—Derek...— Miró a su maltrecho hermano con lágrimas en los ojos pero finalmente se acercó a él, tomando su mano y ofreciendo ser el apoyo para que se sostuviera, era lo mínimo que podía hacer habiendo sido incapaz de cambiar algo.

—Vamos... Todos te esperan— Por un momento y antes de salir de ahí dirigió su mirada a la triste y miserable escena que se había formado entre sus padres, su corazón se rompió un poco más, pero finalmente les dió la espalda para retirarse de ahí con su hermano mayor.

Argenis no intervendría en el destino que le esperaba al antiguo lider del clan, el omega manteniendose en silencio en todo momento luego de su ultima orden.

-Felicidades...

Le dice a su hijo en el momento en que finalmente Demián deja de moverse, viendolo beber su victoria y cerrando los ojos, su fuello doliendo demasiado, pero manteniendose sereno en ese instante.

- Entendido, ya no soy el matriarca de la familia, eres ificialmente el nuevo jefe de los Blackesley.

No dice nada sobre sus ultimas palabras, asintiendo lentamente por su parte y alejandose de sus hijos para ir a sentarse al lado de su esposo, arrodillandose luego en el suelo para que la cabeza de Demián reposara sobre sus muslos.

- Goodnight... my love...

Le cierra los ojos por cortesía, sabiendo que debia quedarse a su lado sucediera lo que sucediera, fueran o no los ultimos momentos de su pareja debia mantenerse con el, acompañandole hasta el ultimo suspiro, dejando que sus silenciosas lagrimas cayeran sobre el rostro completamente desfigurado de aquel al que una vez habia amado tanto.

- Vayanse de aqui...

Les indica a los demas, Derek sabiendo que Arge

Siguió atacandolo hasta que no detecto movimiento alguno en ese momento y en plena señal de victoria bebió de él, nutriendose de su moribundo cuerpo, el tono rojo intenso abandono sus ojos tornandose dorados nuevamente y se puso de pie apoyándose en la picota , estaba mal herido pese a todo el daño causado por Demian no sanaría tan pronto, se acercó a dónde estaban Argenis y Evangeline, extendió su mano hacia su hermana, al fin esto había terminado, miro de reojo a su madre— Aún está vivo, pero yo he ganado, déjalo aquí una hora al sol, si sobrevive podrá seguir en el clan pero las órdenes las daré yo y si muere, te dejare a ti pasar tus últimos días pidiendo perdón a tus hijos por jamás haber hecho nada por ayudarnos —

Cuando aquel ataque se volvió en su contra una sonrisa apareció en su rostro, orgullo tal vez al fin uno de sus hijos mostraba tener lo suficiente para tomar el control, volvió una última mirada a Argenis, su gran amor, antes de que todo tomara un tono rojizo, podía sentir su carne ser desgarrada, ese ardor suave que la herida causada por otro de los de su clase provocaba, no lo había sentido desde siglos atrás, pensó brevemente en su vida, pero más que nada en su Omega y la muerte que este le esperaba al llegar su final, estaba ahí inmovil y tan desecho como su una jauría de lobos lo hubiera atacado, pero esa sonrisa jamás se borró de su rostro -

-EVA!

Argenis alza la voz por primera vez en su vida, no la pensaba dejar pasar, concentrandose en ella en aquel momento, esto impidiendole ver por completo lo que estaba sucediendo en la pelea.

El omega alza su mano, dandole una fierte bofetada en el rostro a su hija para evitar que siguiera protestando, mirandola con los ojos notablemente encendidos, manteniendola apartada del terreno de lucha.

- No tienes autoridad aquí!

Protesta, volteandose y viendo nuevamente la pelea, notando que su hijo estaba a punto de salir victorioso. Se encontraba en una encrucijada, pudiendo sentir ya su marca en la nuca ardiendo como si no hubiera bebido sangre y el sol brillara directamente en el lugar. Estaba perdiendo a su esposo, decidiendose a intervenir hasta que la vision de Adra sin poder ser tocado le viene a la mente, regresando a un estado neutro y dejando que la pelea siguiera su curso sin adentrarse en esta.

—¡YA TODO ESTÁ PEOR!— Vociferó volviendo a avanzar incluso después de haber sido apartada bruscamente por su madre, sabía que era él a quien debía pasarle por encima para poder interferir en esa horrorosa afrenta sin sentido alguno, así que no dudó en forcejear con el vampiro omega para ello.

—¡DEREK, DEREK! ¡PADRE PARA!— Gritó desesperada mientras parecía que su hermano había sido vencido y era masacrado sin miramiento por el mismo hombre que le había dado la vida. Pero se congeló al ver cómo Derek se levantaba para contra atacar ferozmente.

—¡DETENGANSE! ¡YA BASTA POR FAVOR!— No pudo evitar llorar, a ese punto no había vuelta atrás y no era capaz de alcanzar a ninguno para impedir que siguieran masacrandose el uno al otro —Paren... Para Derek...—

Su tuviera una respiración está se hubiera hecho lenta mientras el vampiro comenzaba agonizar, cerro sus ojos...hasta el momento en que pudo poderse de nuevo de pie, la sangre de Bel lo había hecho más reciente de lo que había sido en el pasado, cada hueso trono al acomodarse lentamente en su sitio, sabía que Demian estaría cansado por el frenesí del que había sido presa unos segundos atrás, se aproximó a él y le golpeó con la barreta, iba a usar su misma arma en su contra, se abalanzó sobre de él y comenzó a golpear la cabeza de su padre hasta que está perdió toda forma humana, no iba a detenerse había tanta ira de años contenida en el menor, golpeaba con fuerza, cuando se canso de usar la barra uso sus manos, sus garras desgarrando la piel que quedaba en el rostro y torso de sus padre, había perdido el control—

Todos sus huesos cedieron, la fuerza con que Demian lo golpeaba no se comparaba con ningún castigo que hubiese recibido en el pasado, se sintió cansado y está pelea estaba perdida desde el comienzo, o eso parecía hasta este momento.

Cerro los ojos mientras su padre golpeaba con saña su cuerpo, que se movía cuál hoja al viento bajo sus violentos actos, pensó en sus hermanos y el cruel destino que había causado para ellos, en su madre, que aún que ahora parecía inexpresivo tendría que cargar con esto y finalmente en su esposo, en todo lo que Bel era para él y se quedó inmovil, mientras el charco de sangre se hacia más grande bajo de él...—

-Evangeline, es suficiente!

Argenis estaba molesto de que su rol fuera interrumpido, tomando el brazo de su hija con fuerza y mirandole por un momento a los ojos, los suyos rojos como sangre y completamente idos.

- Lo que debe pasar pasara, si esta pelea no sucede todo solo va a ir a peor, asi que por favor, comportate, eres una Blaclesley, esto no deberia ser nada para ti.

La suelta con brusquedad, viendo el estado en que ahora estaba su hijo colgando de la picota, mordiendose el labio inferior con ganas, frunciendo el ceño de inmediato, pero dejando que todo siguiera su curso.