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100+, M
Gemelos Desdichados.
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SW-User
[code] Ahora estaba más confundida, había llegado a un lugar completamente extraño y por alguna razón el brazo le dolía. Era como si alguien la hubiera jalado con tanta fuerza, pero a pesar de ello no soltaba el antiguo libro que llevaba consigo. ¿Qué lugar era ese? Ya no estaba en la vieja fortaleza que la resguardaba. Solo podía estar distraída pensando que quizá había cometido un terrible error. Estaba asustada y los nervios la iban invadiendo. Pero una voz la alerto logrando que regresara la vista para ver a un extraño hombre con una especie de ropa metálica que la observaba.

Todo parecía ir bien pero ese olor... ese aroma en el aire que podía hacer que perdiera la cordura... Aquel hombre estaba con el rostro lleno de sangre. Un hermoso color carmesí que a cualquiera de su especie hubiera tomado como invitación para dar una muerte segura. A pesar de ahora ser una vampiresa, su origen humano la estigmatizaba y por ello no le agradaba atacar personas. Ese peso había mantenido por muchos años por lo que ella misma se limitaba a beber sangre, pero esto... ¡que verdadero infierno!

No quería atacar a ese desconocido, pero sus instintos la empezaban a delatar, dejando ver claramente como sus ojos color café se iban tornando lentamente en un rojo sediento y vivaz. El olor a sangre era demasiado, si seguía así terminaría atacándolo. Por lo que decidió taparse la nariz y cerrar los ojos para que aquel hombre no viera esa sed de sangre que ahora sentía. De uno de sus bolsillos saco un pañuelo blanco y extendió su mano para que lo recibiera.

- Estas herido, por favor toma... debes limpiarte esas heridas y curarte. -

En verdad todo eso era una tortura, lo único que podía sentir en ese momento era el latir de un corazón agitado por las heridas, ese latir que parecía melodía de muerte a sus oídos. Quizá aquel extraño sujeto la atacaría si pudiera leer sus pensamientos, pero debía resistir, no podía sucumbir a tal tentación. Después de todo ¿Qué culpa tenia aquel hombre de estar frente a ella manchado de sangre? El destino le jugaba una pésima jugarreta...

No podía seguir, era demasiada presión. Giro su rostro dándole la espalda, pero manteniendo aún la mano estirada con el pañuelo para que lo tomara. El extraño había hecho preguntas, si no las respondía sería aún más sospechoso, ¿qué hacer? ¿qué hacer? era todo lo que podía pensar. Debía mantener ocupada su mente para no sucumbir ante el frenético deseo de alimentarse. Sus ojos ya no eran del color café de hace momentos, ahora parecían dos rubíes que titilaban como estrellas.

- Me encuentro bien, no se preocupe por mí. Más bien debería preocuparse usted por sus heridas, ya que un golpe en la cabeza puede ser grave. ¿Quién soy? a veces ni yo misma se dar respuesta a esa interrogante, pero puede llamarme Ahren si lo desea. ¿En dónde estoy? ¿Qué lugar es este? -

Seguía nerviosa, además de su sed y apetito el miedo la embargaba. Había pasado tanto tiempo desde que estuvo sola, esa determinación que la hizo abrir el vortex ¿se había esfumado por el miedo?... El vortex... ¿Acaso eso fue lo que causo las heridas de esa persona? ¿Había causado tanto daño solo por el egoísmo de su deseo? Al pensar en ello sus ojos reflejaban las lágrimas de arrepentimiento que su alma encerraba.

- Lo lamento... no quise hacer daño a nadie. ¿Esto es mi culpa verdad? Por mi egoísmo le cause estas heridas a una persona inocente. Perdón... -

Solo podía lamentarse de lo sucedido, había traído una tragedia sin querer a un completo desconocido y mayor era su impotencia al no poder ayudarle por temor a lastimarlo más, solo podía mantenerse sentada en el suelo, manteniendo el control para no cometer otro egoísmo más hacia su prójimo. [/code]