𝓢iempre era la misma escena; una selva de sementó tan cotidiana y monótona que aquella noche era una como muchas otras, para nada especial. La joven caminaba sumergida en sus pensamientos evitando chocar con la multitud, robaba una que otra mirada por su particular apariencia, piropos mal conjurados que en ves de agradar causaban repelús en la menor que solo aumento el paso para alejarse, mientras una sombra tomando represalia de aquellos civiles.
Candy tenia una misión reponer unos materiales que ya había consumido por usarlos de mas, el lugar predilecto para reponerlos [...]
Por allá, a la derecha, vuelta en U, y sube con cuidado. -Explicó de la manera mas clara que podía, ya que las escaleras se encontraban un poco mas adelante. El muchacho hizo lo que él mismo explicó, subió los primeros dos escalones y esperó un poco hasta ver a la chica venir, no subiría hasta no ver el pie de ella en la escalera y que le esté siguiendo de cerca.-
Aunque suene tonto, sujeta firme la baranda de seguridad, si resbalas, complicarías las cosas. ¿De acuerdo? -Murmuró nuevamente, él mismo mostraba lo que debía hacer. No significaba que pensaba que la chica era tonta o algo similar, no, mas bien lo hacía porque los nervios pueden entorpecer a las personas, lo sabe, lo ha vivido, por ello es tan detallista y cuidadoso en algunas cosas.-
