𝓢iempre era la misma escena; una selva de sementó tan cotidiana y monótona que aquella noche era una como muchas otras, para nada especial. La joven caminaba sumergida en sus pensamientos evitando chocar con la multitud, robaba una que otra mirada por su particular apariencia, piropos mal conjurados que en ves de agradar causaban repelús en la menor que solo aumento el paso para alejarse, mientras una sombra tomando represalia de aquellos civiles.
Candy tenia una misión reponer unos materiales que ya había consumido por usarlos de mas, el lugar predilecto para reponerlos [...]
Ven. Usaremos las escaleras. Si nos llegamos a separar por alguna razón, nos veremos frente a la zona de comidas rápidas, ocúltate en el pasillo que da al baño, entre la pared y los casilleros. ¿De acuerdo? -Era muy precavido, muchas situaciones vividas le han enseñado a llevar circunstancias como estas, aun así, se estaba mostrando algo descuidado al no ocultar con eficacia el poder que le brindaban.
Es entonces que jala un poco la mano de la chica y posteriormente la suelta, toma esta decisión, ya que por culpa de uno podrían tropezar los dos y la reacción que necesitan es casi inmediata. Anyel avanzó primero hasta el agujero que vio. A lo lejos miraba como en la amplia zona principal ya varias personas se encontraban luchando literalmente por su vida. El chico suspira, no puede ayudarlos, lo sabe, ya se lo repitieron, así que con su mirada busca algún cartel que conduzca directo a las escaleras.
