𝓢iempre era la misma escena; una selva de sementó tan cotidiana y monótona que aquella noche era una como muchas otras, para nada especial. La joven caminaba sumergida en sus pensamientos evitando chocar con la multitud, robaba una que otra mirada por su particular apariencia, piropos mal conjurados que en ves de agradar causaban repelús en la menor que solo aumento el paso para alejarse, mientras una sombra tomando represalia de aquellos civiles.
Candy tenia una misión reponer unos materiales que ya había consumido por usarlos de mas, el lugar predilecto para reponerlos [...]
-Percibía como aquella chica se encontraba perdida en el shock que tuvo por lo que acaba de presenciar, sin embargo, pudo igual darse cuenta de que ella acató cada palabras que le había dado. Miró la mano que aun la sujetaba y ayudó a retirarla. Una vez la chica estaba libre, él tomó la mano ajena para brindarle algo de seguridad, aunque así delataba aun mas que poseía un poder sobrehumano.
Su calor corporal era mayor, casi que podría confundirse con una fiebre muy alta y no solo eso, esa temperatura se podía sentir incluso en el ambiente al estar muy cerca del muchacho.-
¿Yo? Apenas había entrado, miraba lo que tenía que comprar y... Tuve... Tuve un... Eh... ¿Mal presentimiento? Así que me escondí en uno de los baños del primer piso. -Explicó, no quiso dar demasiados detalles, ya que justo en ese momento la prioridad era salir de ahí.-
