𝑵o tiene otra razón mas que curiosidad, algunos adultos despiertan el querer ver mas allá de las cerraduras; increpando y debatiendo en cada una de las respuestas obtenías, son estos en los cuales la menor deja ver como un libro abierto sus intenciones.
¿De verdad era un héroe? el hombre que observaba, tenia un aire de deterioro, como si una sombras estuviera haciendo cabida sobre el, queriendo tener sera lo que fuera que protegiera. — Entonces ¿podre meterme en tus sueños? o me dirás que escondes en ellos.— Pregunto al mayor que llamaba "pollito amarillo"
Coloco la sombrilla aun costado de su cuerpo, por mas que fuera podía picarle un ojo sin querer con la punta de este; noto el gesto de complicidad para con ella, resonando como cascabel su risa, con que esa teníamos, el deseo de mantener oculto una parte de el para jubilarse de manera tranquila, para ella estaba bien. —En una promesa,yo no diré nada sobre tu secreto pero a cambio podre ir a jugar contigo ¿Si?— Puso los ojos bizcos viendo como se acercaba su dedo hacia su nariz, provocando cosquillas por ultimo un estornudo como un panda.
Sujeto la mano del mayor, y como si fuera lo mas normal del mundo comenzó a caminar con el a su lado. —Pero esos sueños que desechan los héroes también los cuidan.— Cualquier humano tenia sueños frutados y pisoteados desencadenando con ellos la codicia humana, tan egoísta que podía consumir o convertir a un mar en uno muerto.
