Coloco la sombrilla aun costado de su cuerpo, por mas que fuera podía picarle un ojo sin querer con la punta de este; noto el gesto de complicidad para con ella, resonando como cascabel su risa, con que esa teníamos, el deseo de mantener oculto una parte de el para jubilarse de manera tranquila, para ella estaba bien. — En una promesa, yo no diré nada sobre tu secreto pero a cambio podre ir a jugar contigo ¿Si?— Puso los ojos bizcos viendo como se acercaba su dedo hacia su nariz, provocando cosquillas por ultimo un estornudo como un panda.

Sujeto la mano del mayor, y como si fuera lo mas normal del mundo comenzó a caminar con el a su lado. — Pero esos sueños que desechan los héroes también los cuidan.— Cualquier humano tenia sueños frutados y pisoteados desencadenando con ellos la codicia humana, tan egoísta que podía consumir o convertir a un mar en uno muerto.

Veo que tus poderes son agudos, no había decidido decirte algo, solo pensé en que debería de contestarte pero creo que eres una mujercita educada.
Claro que puedes ir las veces que desees, solo prometeme una cosa...

-se inclinó cerca de la jovencita, adopto una pose de cuchicheo, la mano abierta en su totalidad cubría su boca para que fuera ilegible lo que pudiera leerse en sus labios, usó un tono de voz bajo y en plena confianza le susurró-

... mi más sagrado secreto es mi identidad secreta, pronto me retiraré y deseo que mi bajo perfil siga de esa manera y deseo que así se mantenga, estará a salvo contigo ese secreto, yo lo sé.

-se levantó y al tiempo que terminaba de decirle las siguientes palabras, en gesto de ternura, con la finalidad de acentuar aquel momento en la joven llevó su dedo indice a la punta de aquella bella naricilla-
Los héroes también velamos y creemos en los sueños de la gente, abrazamos con todo el fervor las oportunidades para volverlos realidad.

— Bueno, no entrare a tu mente al menos no por ahora me gustaría ver que cosas soy capaz de sacar a la luz de una manera hmm a ver ¿Como fue que dijiste? insospechable .— Le sonrió y ofreció su mano quiere ir a caminar un rato por las calles alumbradas de Tokio, y tal ves, si le es permitido; comer algo dulce.

Giraba, giraba y giraba su sombrilla escuchando las palabras del mayor, era audaz en sus palabras pero su respuesta no correspondía a un "si o no" a lo que pregunto; suspiro con los labios parcialmente abierto para no ser notada, que hombre mas peculiar tenia cierto interés y lo mostraba hablando a través de sus orbes. — Acabas de dar muchas vueltas para responder pollito amarillo.— Fue honesta, usando 0 filtro en sus palabras pero sin faltarle el respeto un ningún momento.

Y no era que Cotton tuviera la necesidad de pedir permiso, después de todo la menos es una invasora de sueños, y como su nombre indicaba invadía... Sin embargo, fue educada de modo tal que seguía ciertas reglas, que fueron hechas por su madre "Si la persona no es mala, no invadas su mente" y aquel hombre para la menos mas que malo era inocente ¿que extraño, verdad? cual seria la manera que calificaba a los inocentes aquella pequeña. [...]

Hay formas insospechadas en este basto universo, entre tantas nuevas formas de tecnología, la interminable red entre-tejiendose de nuevas dimensiones sin explorar y tantas otras que aún no se conocen se encuentran seres avanzados que han superado todos los paradigmas actuales, mostrando cada vez más el interés por revelar los misterios más escondidos de la mente, la verdadera profundidad esta en el conocimiento de la psiquis en los seres vivos.
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-Miraba a aquella jovencita enternecido y a la vez maravillado de sus habilidades, capacidad y madurez a pesar de su corta edad y tierna disposición posee una gran cantidad de información, es una damita muy inteligente y tiene todo el valor de un león
Cuando le preguntó si podía meterse en sus sueños, el solo vió en un espacio mortal y lejano una pequña posibilidad de que encontrara algo, lo único que podría descubrir era su identidad secreta, celosamente guardada hasta ahora, fuera de lo demás eran experiencias más parecidas a pesadillas