— No puedo comer comidas saladas así que solo puedo comer eso.— Comento con sinceridad disfrutando mas que todo el agua fresca que la recibió cuando cayeron a la alberca dejando que los llevara la corriente un rato pues tenia un pequeño paseo tranquilo.

Claro asumo que comes más que eso. -Se rio entre dientes cuando la ve haciendo ese hula hula hula y nego para después tirarse con ella en el tobogán.-

𝐋evanto sus manos cuando vio que le ayudo a poner su infable de dona haciendo ula, ula con el un momento solo para causar algunas risas, su lado inocente aparecía cuando menos lo pensaba. — Pues si son ambas pero ya comí unos caramelos con ellos estoy bien hasta cierta hora.— Le miro y rio un poco parecia un cisne negro con el infable a lo cual avanzaron y llegaron para poder lanzarse escapándose un pequeño grito afeminado sin querer.

Pueden ser ambas. -No sabe como es que la chica siempre tiene algo de comer, parecía que no se llenaba, le coloco el inflable correctamente y luego se puso el que le dieron.-

— Perdón colmillito.— Susurro bajito y tantito suave mientras sonreía mas tranquila, haciendo hacia abajo su cabeza cuando sintió el peso de la ajena sobre la suya; marcho hacia los toboganes para hacer la fila y a mitad de camino le dieron sus respectivos inflables. — No se si esto es comercio o tengo hambre.— Le dieron una dona glaseada.

No grites, chiclosa. -Chasqueo la lengua contra los dientes pues sus oídos eran demasiado sensibles a los sonidos, le puso la mano en la cabeza y luego le dirigió de esa manera a los toboganes.-

𝐄xtendio su brazo para con su mano tomar la camisa que le era ofrecida, colocarla sobre la que ya usaba para ir retirando la de bajo, Candy en poco tímida aunque no lo pareciera cuando estaba con su mejor amiga en realidad tiende a evitar ese tipo de situaciones. — Listo podemos ir a los toboganes ¡Ya colmillito!—

-Se quito su camisa que obvio era más grande que la que ella usaba y se la ofreció y les lanzo una mirada de muerte a ese grupo de chicos que la miraban.-

—Pienso que el calor les ha derretido el cerebro.— Es casi imposible el no hacer caso a las miradas mas si ton demasiado intensas, por lo que abotono algunos botones a su camisa aunque no ayudara mucho.

Nunca habían visto a una chica al parecer.

-Iba detrás de la rosada llevando un traje de baño y una camisa abierta.-

Solo no les hagas caso.