— Lo has prometido Abel y las promesas no se rompen.— Junto mucho mas sus manos, volviendo a sonreír si algo le gustaba a Candy de Abel es que desde que se conocieron era muy fácil hablar con el.

— Te lo prometo

Sonríe ampliamente, mientras que sigue observando sus gestos

𝓢us palabras hicieron eco en su mente [— Desaparecer quien soy —] ¿Era posible? La respuesta era un si, pero allí a ser ella la que se perdiera lo encontraba tan lejano.

— También debes prometerme tu que no cambiaras y si lo haces me darás el permiso para reñirte.— Entre otras palabras buscaría la manera que volviera al mundo plantando bien sus pies en la tierra.

— Eso es lo importante, que nada haga desaparecer lo que eres

A pesar de aquellos detalles mantiene su tranquilidad pues sabe que no es tan inofensivo aunque aún asi debe ella aprender a controlarlo un poco

— Pienso que es algo que nunca desaperecera.— Manteniendo su postura continuaba sonriendo alegremente, emitiendo pequeñas señales que atraían ciertos fallos en el circuito eléctrico.

— Me agrada que, sigas manteniendo esa esencia