Su padre olía muy rico, le trasmitía seguridad estar entre sus brazos; después de todo los brazos de su padre siempre serian su lugar seguro, su rincón de paz y tranquilidad. — ¡Soy muy muy fuerte como papi y mami!— Repitió alegremente, recostándose un poco mas.

Es porque eres una nena muy muy fuerte -No dudo en abrazarla para sujetar su nuca haciendo que su pequeña se recostara en su hombro-

Observo las bandidas con estampado, moviendo sus piernas, como si fuera arte de magia aquel dolor desapareció ¡Su padre es increíble! Moviéndose un poco rápido, mucho en realidad abrazo a su padre contenta. ─ Papi es el mejor de todos, ya no me duele.─

Haber pequeña -por suerte traía banditas con estampados de csramelos para estos casos, colocandoselas cuidadosamente-. Claro que sí estaré siempre con ustedes dulcecito

—Papi lo dice enserio, estara siempre, siempre con Cotton y mami— Sintió alivio por la aclaración de su padre, reconfortándola al saber que no la dejaría sola. — ¡Si papi!— Enseño los raspones en su rodillas, jugaba a perseguir los escorpiones de su madre cuando se tropezoso.

Estare siempre aquí contigo solo trata de no correr más ¿Está bien dulcecito? -la mantuvo así por un rato hasta que la bajo y se separó un poco para ver su rodilla- haber déjame ver

Pero le duelen las rodillas por caerse. — Papi me duele mucho.— Sollozaba ocultándose en su pecho.

No llores venga cotton eres una niña grande -abrazaba con cariño a su hija-