Destellos de emoción fueron visibles en sus ojos, asintiendo a sus palabras pues para su asombro no se negó a su petición, como tampoco vio algún gesto de desagrado cuando sujeto su mano. — Entonces vamos por comida primero, hermano Caraxes.— La entrada a la cabaña se encontraba escondida dentro de un conjunto pinos con un aroma particularmente dulce para que Cotton supiera como siempre llegar ademas de que era resguardado por un hechizo forjado por su progenitora, solo sus familiares podían entrar.

Soy mucho más que grande, soy majestuoso y rápido..

-Presumió para el asombro de la pequeñita, sus patas y garras eran más grandes que su estatura pero en algo si estaba asombrado en que ella ya había preguntado por volar sobre su lomo algun día, al igual que su madre parecía decidida más bien-

Quizás... los antiguos hijos de Valyria llevaron a sus bebés volando a través del mar estrecho.. Te estás tardando~

— De verdad ¿Eres tan grande como mi mami dice?— Y no su pregunta no tenia nada que ver con que desconfiara en su madre, es que verlo como un humano si era sorprendente para la pequeña Cotton; ladeando un poco su rostro escuchaba al mayor, terminando por extender su mano y así tomar la ajena. — ¿Podre volar también contigo un día? No aun no he comido, Mami cocinaba pastelitos ¡Vamos!— Sonrió al escuchar su estomago rugir, su madre le dijo que lo tratara como si fuera su hermano mayor y eso mismo era como se estaba comportando.

En efecto.. Tu madre me ayudó a ser más humano, así que le debo más de una. -Aún con éso era muy curioso y de ver a su descendencia , solo una vez creo verla abrazar un pequeño bulto envuelto y antes de eso cuando ella no había nacido todavía..-

Recuerdo que volaba aún cuando estaba esperándote a ti, tiene coraje.

-Su estómago gruñó un poco pues no había comido nada aún y viendo que estaba ella pregunto por cortesía- ¿Has comido?

El aroma dulce de Cotton suele confundirse con las flores en primavera, adueñándose del entorno en el cual se encontraba ¿Que quería decir con esto? Si quedaba rastro de azufre en su madre rápidamente era remplazado por el de la pequeña, pero si, llego a sentirlo en el aire. — Mami me dijo que eras un dragón enorme.— Tal ves, solo tal vez; por eso Cotton estaba fascinada por los cuentos relacionados con caballeros, solo por la presencia del dragón en estos.

Pues si.. seguramente te preguntabas porque llegaba apestando algunas veces a azufre.

-Era común que luego de volar quedaban muchos oliendo a dragón, era un olor inconfundible, no tenía igual, aún estaba muy intrigado en saber más de ella lo único que llegó a sentir fue un inmenso malestar cuando llegó su nacimiento pero después de éso se preguntó la razón y al tenerle frente suyo entendía-

Tu madre.. ¿Te explicó que soy exactamente.?

Curioso, muy curioso; aquel hombre de altura considerable se inclino hacia ella como uno de los caballeros de sus cuentos de antaño, haciendo ilusión en la pequeña; miro a los lado buscando un caballo pero de pronto llego un tenue olor al de su madre. —Mami ¿Conoces a mi mami? Espera...OHHHH— Reconoció su nombre, si, su madre le contó de el pero nunca pensó verlo o que él la encontrara al contrario ella estaba intentando acercarse a él pero no sabia como.

Estoy muy seguro...debes ser su hija. -Podía sentir el aroma de su jinete aún cuando ella no estaba, era su descendencia estaba muy convencido de ello. Su delgado cuerpo le daba una figura bastante alta que se hincó sobre sus rodillas para poder verle mejor-

Te Pareces un poco a Eva.. Yo soy Caraxes pequeña humana...
-Estaba asombrado por lo que veía incluso cuando su primer jinete tuvo hijos este había podido conocerlos y todos tenían algo de su padre y madre-

Sujetaba con firmeza su oso de peluche Kiki; admirando el tamaño de aquel adulto, era sumamente grande pero era normal ¿no? Es un adulto y Cotton es apenas una niña de 6 años. —Ha alguien que conoces.— Repitió con curiosidad.