El pequeño Maximillian partió con escasos elementos de sobrevivencia a un nuevo planeta desconocido, y con pocas posesiones por lo demás, sea vestuario, armas o incluso algo que lo hiciese recordar a su tierra natal. Aunque, el amargo recuerdo de ver a su abuelo morir por manos del consulado tras un ataque a traición, fue que lo marcó con lágrimas en los ojos.

Entre esas pocas cosas, pudo salvar una foto donde él fue rescatado cuando niño por la única figura que cuidó de él, y alzó sus motivaciones. Cada vez, antes de partir con alguna nueva presentación, observa dicha imagen revelada.