/No hubo ni una pizca de pudor al momento de estar tan cerca del otro rostro. ¿Por qué la pequeña panda olía tan bien? No como una presa, sino como algo más adictivo, pues incluso la cola estaba moviéndose de un lado a otro. No lo creo. ¿
—Se le eriza la piel, hasta los pelos de su esponjosa cola. Sabía que los leones eran muy rápidos; si trataba de huir, la atraparía. Pero, ¿quería huir en realidad? — ...¿Me va a doler? (?)
/No debería, ¿o tal vez sí? Pasó saliva, como que algo le llama más atención que solo el dedo sabor a panda con pollo, pues incluso se inclinó más de la cuenta. Más cerca, una necesidad de cortar distancias en medio del susurrar. Bueno... Leí que había una forma agradable de comer. ¿
...¿Ah? —¡Muy cerca! La diferencia de tamaños volvía el acercamiento más impresionante, más atractiva la perspectiva de esa peligrosa leona. Confusa Chisa pregunta en un hilo de voz.— ¿De qué otra forma se puede comer? (?)
/Algo andaba mal, le gustó lamerla, de hecho, sabía mejor que el pollo. No debía dejarse guiar por sus instintos pero... Ya estaba apegándose a Chisa. ¿¿¿ Si tu carne es diferente, entonces puedo... Comerte de forma diferente. ¿
—El corazón le da un brinco. ¿Qué estaba sucediendo? A Chisa le gustó esa lamida, y la curvatura de su sonrisa. ¡No! Marie es una depredadora, esas cosas no deberían gustarle.— (???) Si...S-Si me comes, te va a doler la barriga. Soy una panda roja, mi carne es diferente. (?)
Hm... Panda con aroma a pollo, no es una mala combinación. /Ya se deja llevar un poco, usando una de las manos para sostenerle de la cadera y, dejarle una lamida, además de sonreírle. Que rico es el pollo. ¿¿¿
¡Ah! E-Espera, eso es porque estuve preparando pollo. ¡No es mi sabor real, estas confundida! — Con su mano libre, intenta empujarle por la frente. No es brusca, porque sino, sabe que puede perder su diestra.— (???)
