[code] 💠Observar. Después de algún tiempo por fin la princesa por fin elevó sus esperialitas azulinas de aquellas páginas amarillentas que sostenía entre sus manos para terminar también con aquellos apuntes que estaba tomando en aquel cuaderno con aquella letra tan pulcra y nítida en un Qwenya perfecto, sus ojos al principio sorprendidos por aquella visión de su padre sentados juntos en aquella sala, fue entonces cuando su mente por fin lo recordó. El día de entrenamiento por completo se había borrado de su mente, nadie antes había dejado plantado al gran señor, pero su hija menor estaba ahí desde temprano olvidando sus deberes como princesa.
Después de la sorpresa ha venido la calma, bajo el libro de su regazo hasta colocarlo en la mesa frente a ella y cerrarlo por completo, debía pasar menos tiempo con su abuelo Manwe o realmente algún día estaría en problemas por abandonar sus deberes. Respiro profundamente y también cerró el cuaderno, para después regalarle a su padre una sonrisa de complicidad y arrepentimiento, realmente sentía el no poder recordar algo tan simple como su entrenamiento matinal. 💠
— Padre… buenos días ¿Haz desayunado ya? —
💠Aquella pregunta fue más como una forma de desviación a aquella situación aún cuando sabía que su padre no la regañaría y mucho menos le reprocharía el hecho de haberse perdido del entrenamiento ella quería evitar la conversación.💠 [/code]