꒰ Entrenamiento ꒱ Caia inhaló, se tomó unos segundos para poder reunir la fuerza necesaria y, sin más, extendió las manos sintiendo cómo el aire se mezclaba con su propia energia. La llama palpitante dentro de ella liberó una onda de calor por todo su cuerpo que terminó llegando hacia la punta de sus dedos y cuando hizo contacto con el exterior se transformó en fuego. Su elemento. La Sequester guió las llamas en el aire por un momento, inconscientemente, dejando que su energía tomara forma de un dragón. Sonrió—. Es tu turno —avisó al otro Sequester con quien había decidido entrenar ese día.
Caia consideraba que eso era lo que los hacía funcionar bien como equipo. Aiden compensaba sus faltas y ella menguaba la intensidad del ajeno. No por nada, desde una tierna edad, los habían asignado hasta a las más nimias tareas en la iniciación de lo que sería una amistad fructífera para la latina. La morena sonrió cuando lo escuchó, guardándose el pequeño comentario que esa estética fluía por su cuenta. Ella no reparaba en estas y si lo hacía era por las miradas curiosas de Robin o las de asombro de Ethan.
La Sequester dio dos pasos hacia atrás aún recordando las anécdotas de otros compañeros cómo Aiden les había privado de cejas por sus demostraciones de poder. Aunque mucho más lo hacía para molestarlo que por el simple miedo de que terminara con el mismo destino.— Você nunca para de se gabar, não é? — La pregunta se deslizó como una melodía conforme se acercaba para ver lo que había causado sobre el concreto.
Sus dedos se deslizaron por la construcción caliente y...
