꒰ Flashback ꒱ Era una de sus primeras misiones y se suponía que estaba preparada. Eso era lo que había hecho todos aquellos años, ¿verdad? Prepararse para ese momento y actuar. Aiden sacaba su dureza a flote, le enseñaba su centro y ella actuaba. Sin embargo, a veces no era tan fácil. Era cuestión de un desliz y el descontrol se cernía sobre ella y sus compañeros. O compañero. Por Dios, ¿cómo había permitido algo así? Caia inspiró con fuerza y las llamas se movieron al compás de su respiración.— Ethan —pronunció con claridad—, pásame mi arma, por favor —su espada había caído metros atrás.
No se sentía como en los entrenamientos. Ethan sabía desde el inicio que todo lo que ahí sucedía era real y que podían aniquilarlo si se descuidaba, pero la confianza que construyó sobre sí mismo durante las prácticas parecía haber sido un mero chiste. Caia perdió el control y su arma, mientras que él fue incapaz de darle a su cuerpo astral la suficiente energía como para que no fuese más que una mera sombra. Escuchó la voz de la fémina pidiendo soporte e inmediatamente miró sus propias palmas en un intento desesperado de retomar el control; nada pasó, no lograba mimetizarse. —Maldición, maldición, por favor —el tiempo apremiaba y al saber que no podía desperdiciar ni un minuto más se dejó tragar por la conciencia, regresando así a su cuerpo que yacía en el sillón del lugar que utilizaban para reunirse los sequester—. ¡Rápido! Caia necesita ayuda.
Aiden y Robin estaban ahí y no se suponía que acabarían involucrados en el asunto esta vez, pero Ethan prefería recibir una (...)
