Y sí que le era sencillo hacerla ruborizar con sus preguntar directas, pero le divertía aún así. Una tenue risa brotó de sus labios rosados, y asintió como respuesta tras recibir el beso en su mejilla.
—Sí, sí quiero. ¿Ves? No es tan difícil preguntar. —continuó peinando sus cabellos oscuros con cuidado, intentando guardar los mechones cortos detrás de su oreja, sólo para continuar la caricia hasta dejar la mano tras su cuello.
[code]Oh, con que un príncipe. ¿Quieres a este príncipe para ti? —Le encantaba hacerle sonrojar o preguntarle ese tipo de cosas, pasando él entoncesa dejar un prolongado y dulce beso sobre la mejilla ajena. Audible y fuerte lo hizo, no le daba pena demostrarle su afecto en lo absoluto.—[/code]
—Me refería a papá y mi hermano, tontito...—Su brazo le rodeó los hombros, usando su otra mano para peinarle el cabello mientras era cargada. —¿Ah, si? Tú pareces un príncipe encantador. Un príncipe misterioso. —respondió con una sonrisa, y acompañó aquello con un beso dulce en su mejilla.
[code]Bueno, no es como si ya no hubiese nadie en casa. Aquí estoy. —Y así le sonrió de regreso tomando su mano, antes de tirar de esta y a modo de juego abordarla de forma que la cargaba, llevándosela al jardín.—
