No se dejaba intimidar por la estatura de Haru, al menos no en ese momento, pues sólo continuaría con las bromas, aún más tras verle sonreír; usualmente le notaba serio y pensativo, por lo que le subió el ánimo escucharlo reír. La rubia le imitó al llevar las manos a la cintura, posicionándose en el lugar, pero a la vez, preparada para huir, ¡por si acaso!

—¿Eeeeh? Pero eso es trampa, decirlo así no vale, aunque técnicamente sigue siendo una pregunta, ¿hm? Así que... mi respuesta es... —

Trató de fingir seriedad, aunque su expresión traviesa era difícil de disimular. Se tomó unos segundos, fingiendo que pensaba, acariciándose así el mentón con la uña de su índice. Y sin poder esconder una sonrisa juguetona, abrió los labios como si fuera a responder, pero sólo se dio la vuelta y corrió hacia el interior de la casa, riéndose.

[code]No creo que me queden, pero tal vez podría intentarlo. Seguro he de verme bien.

— Él por su parte no tenía algo que le ayudase a ocultar su sonrisa, por lo cual la dejó expuesta sin refreno alguno. Entre sus dientes una carcajada quería escaparse, pues la rubia ciertamente sabía cómo tocar sus botones y levantarle el ánimo.

Llevándose ambas manos a los bolsillos, sólo alzó el rostro un poco en lo que mantenía la mirada agachada para no perder el contacto visual. Por la diferencia de estatura, tal vez esto le daba una imagen imponente, al de pronto tornar su rostro de risas a seriedad en un instante.—

¿Are? ¿Te lo tengo que preguntar? Creo que te haré una mejor. Sólo te lo diré. Sé mi novia... La respuesta ya la sé, pero debes dejarla salir... Ahora.

—Dejó ver que no estaba serio en lo absoluto, si no sólo contagiado de la energía contraria, pues su inexpresivo rostro adoptó una sonrisa tras sus palabras con las que imitaba un yakuza en su hablar.—[/co

—¿Usarás mis abrigos rosados también? —

Preguntó en tono juguetón, arqueando sus cejas y manteniendo la mirada curiosa, cuyos ojos parecían brillar, en él. Sus mejillas se enrojecieron al escucharlo llamarla "su novia", encontrando su seriedad al decirlo encantadora y romántica, haciendo que se le acelerara el pecho. Por lo que se cubrió parcialmente el rostro con una de las mangas de su abrigo, con los ojos achinados por la sonrisa que parecía querer disimular. Y en afán de molestarlo un poco, respondió tras descubrir su rostro ruborizado.

—¿Tu novia? ¡Pero si no me lo has preguntado! Así no se vale. Hasta entonces tendré que estar soltera, sola solita. —

[code]— Se contrajo al sentir su abdomen picado, cosa que inevitablemente le hizo reír. Se acomodó la camiseta estirándola un poco hacia abajo, procurando que no se le levantara mucho. Esto dejaba ver que, debajo de sus prendas que siempre parecían esconderlo, era un muchacho bastante en forma.—

Huh, pues parece que poco a poco tu armario irá volviéndose negro, con los abrigos, camisetas y demás cosas que terminarás por robarme. Y sí, novia.

—Bajó la mirada para poder toparse con los ojos azules de la rubia. Parecía inexpresivo, pero lo que decía era en serio. Le agradó ver esa sonrisa, con lo que sólo llevó su mano hacia la frente ajena para picarla suavemente.—

Grábate eso en la cabeza. Mi novia. [/code]

—¡Ah, y ese también! Quizás algún otro más, es que no suelo usar prendas negras... —respondió, asintiendo levemente. Como era más alto que ella, solía tener que alzar el rostro para mirarle a la cara, aunque en ese momento su mirada se distrajo en el abdomen ajeno, sin perder la oportunidad de picar la piel descubierta.

—No sabía que tenía ese permiso... ¿N-novia? Oh... —tomó las mangas del abrigo con ambas manos para envolverlas alrededor de su cuello, con una sonrisa embobada.

[code]¿La única? ¿Y qué hay del vestido de más temprano? Heh. Pues claro, es más... —Se removió el abrigo que casualmente cargaba, dejando ver de a momentos su abdomen ya que al hacerlo se le levantó la camiseta blanca que traía debajo y, juguetonamente, se la puso por encima como si fuese una capa o algo parecido.—

No me las pidas, sólo quítamelas. Es el destino de todo abrigo cuando tienes novia. Se vuelven de ella. [/code]

—¿Tú crees? Es la única prenda negra que tengo, creo... Tú siempre vistes de negro, ¿me prestarás alguno de tus abrigos?

[code]Tú y el negro se llevan bien. [/code]