Inocente,gentil,pacifista
About Me About Me NotesThe Whiteboard is a place where people can send Gestures, Attributes, Images, Comments, and much more...
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
A1516665 · F
Ok...
ON::
Una bella tarde de verano se aproxima, tizna de rojo y anaranjado en cielo opaco, dicha para aquellos que aman el aire puro, el clima es cálido, y los pajarillos surcan las nubes como si no hubiera mañana.
Muchos dirían que ‘desperdicia’ su tarde en la biblioteca de su padre, en total silencio y oscuridad, apenas destruida por la luz de una vela a medio camino de desaparecer. ¿Cuánto tiempo llevara que hasta la cera ha caído a la mesa? Sobre la mesa se extendían más libros de todos tamaños.
En sus manos estaba el libro que más le importaba. ‘‘La libertad está en ser dueño de la propia vida’’ se detuvo a pensar aquella frase que se topaba en su lectura, al instante más ideas llenaron su cabeza ‘‘¿Qué decía en realidad? ¿Acaso conquista? No más guerras ya no’’. Era el tema que más odiaba, pero curiosamente del que más había leído.
El resto del lugar era oscuro, tanto que la noche se volvía uno con aquel sitio. Hay que dar muchos pasos para ir de un lugar a otro, por eso prefería la biblioteca, ay se veía el mundo, llegabas a cualquier sitio sin moverte, era perfecto.
Miro el reloj de la pared, cerró su libro abandonándolo sobre la mesa, la vela era apagada por el viento de sus pulmones. –Ya es hora. – dijo acercándose a la ventana para ver el espectáculo que a sus ojos fascinaban.
Ay se encontraba esperando a que el tiempo pasara y las estrellas llegaran, sabía que traerían algo consigo, las veía planeando en silencio cada noche desde su balcón. El firmamento se vistió de oscuridad y chispeantes guardianes acompañaban la luna llena que alumbraba esa noche, desde el balcón observo la llegada de cada astro luego de la partida del sol.
ON::
Una bella tarde de verano se aproxima, tizna de rojo y anaranjado en cielo opaco, dicha para aquellos que aman el aire puro, el clima es cálido, y los pajarillos surcan las nubes como si no hubiera mañana.
Muchos dirían que ‘desperdicia’ su tarde en la biblioteca de su padre, en total silencio y oscuridad, apenas destruida por la luz de una vela a medio camino de desaparecer. ¿Cuánto tiempo llevara que hasta la cera ha caído a la mesa? Sobre la mesa se extendían más libros de todos tamaños.
En sus manos estaba el libro que más le importaba. ‘‘La libertad está en ser dueño de la propia vida’’ se detuvo a pensar aquella frase que se topaba en su lectura, al instante más ideas llenaron su cabeza ‘‘¿Qué decía en realidad? ¿Acaso conquista? No más guerras ya no’’. Era el tema que más odiaba, pero curiosamente del que más había leído.
El resto del lugar era oscuro, tanto que la noche se volvía uno con aquel sitio. Hay que dar muchos pasos para ir de un lugar a otro, por eso prefería la biblioteca, ay se veía el mundo, llegabas a cualquier sitio sin moverte, era perfecto.
Miro el reloj de la pared, cerró su libro abandonándolo sobre la mesa, la vela era apagada por el viento de sus pulmones. –Ya es hora. – dijo acercándose a la ventana para ver el espectáculo que a sus ojos fascinaban.
Ay se encontraba esperando a que el tiempo pasara y las estrellas llegaran, sabía que traerían algo consigo, las veía planeando en silencio cada noche desde su balcón. El firmamento se vistió de oscuridad y chispeantes guardianes acompañaban la luna llena que alumbraba esa noche, desde el balcón observo la llegada de cada astro luego de la partida del sol.