26-30, M
Ven y conoceme
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LukeSails · M
Occ.- Por mi está bien, no me incomoda en lo absoluto tampoco.
一¡Agh! ¡Éstas fueron difíciles de robar!一 se quejo cuando notó sus zapatos negros de vestir llenos de fango, posiblemente había sido completamente su culpa por haberse metido por ahí cuando perfectamente se pudo haber quedado en casa, aburrido viendo algún estúpido programa de variedad en la televisión. Suspiró con pésame, no tenía caso ya reprocharse decisiones antes tomadas, después de todo ya había caminado demasiado como para volver sólo porque su calzado se había ensuciado.
Sin embargo, siendo una persona que cuidaba mucho su aspecto, decidió detenerse. Su espalda, enfundada en una ligera playera blanca en forma de 'V', se apoyó contra uno de los muchos árboles a su alrededor (El más posiblemente 'limpio' que pudiera encontrar) y empezó alzando su pierna derecha, quitando la suciedad del primer zapato en vagos manotazos, no quería manchar su blanca piel por ésta acción. Cuando se convenció de que no estaba ya tan sucio fue que prosiguió con el segundo, realizando las misma forma de limpieza.
Al terminar se enderezó, genial, de verdad quería irse ahora. La oscuridad fomentaba la valentía de ladrones y animales salvajes, esos no eran el mayor problema, sino los pequeños insectos que le molestaban volando cerca de él. Un par de gruñidos resonaron alrededor, ambos provenientes del mismo personaje, él mismo. Uno había salido de entre sus labios y el segundo de su estomago.
Odiaba el cuerpo/ recipiente que debía usar, parecía que todo el tiempo necesitaba de comida, y que no le mal entiendan, él amaba comer... pero por gusto, no por necesidad. Sus orbes, tan negros como el onix buscaron alrededor algún establecimiento, había varios pero todos estaban cerrados一 Que lugar tan más aburrido一 susurró. Posiblemente la mejor opción sería entrar a robar comida en alguno de ellos. Planeaba hacerlo hasta que escuchó un grito ofreciendo comida... un baile también pero ahora le importaba más la comida. Entonces pensó que toda la zona estaba cerrada por el 'festejo' que se podría estar llevando a cabo.
Con pasos gráciles, se acercó al lugar del que había provenido el grito-anuncio. Se encontró decepcionado cuando se acercó y ningún olor de algún manjar cruzó sus fosas nasales.
一¡Agh! ¡Éstas fueron difíciles de robar!一 se quejo cuando notó sus zapatos negros de vestir llenos de fango, posiblemente había sido completamente su culpa por haberse metido por ahí cuando perfectamente se pudo haber quedado en casa, aburrido viendo algún estúpido programa de variedad en la televisión. Suspiró con pésame, no tenía caso ya reprocharse decisiones antes tomadas, después de todo ya había caminado demasiado como para volver sólo porque su calzado se había ensuciado.
Sin embargo, siendo una persona que cuidaba mucho su aspecto, decidió detenerse. Su espalda, enfundada en una ligera playera blanca en forma de 'V', se apoyó contra uno de los muchos árboles a su alrededor (El más posiblemente 'limpio' que pudiera encontrar) y empezó alzando su pierna derecha, quitando la suciedad del primer zapato en vagos manotazos, no quería manchar su blanca piel por ésta acción. Cuando se convenció de que no estaba ya tan sucio fue que prosiguió con el segundo, realizando las misma forma de limpieza.
Al terminar se enderezó, genial, de verdad quería irse ahora. La oscuridad fomentaba la valentía de ladrones y animales salvajes, esos no eran el mayor problema, sino los pequeños insectos que le molestaban volando cerca de él. Un par de gruñidos resonaron alrededor, ambos provenientes del mismo personaje, él mismo. Uno había salido de entre sus labios y el segundo de su estomago.
Odiaba el cuerpo/ recipiente que debía usar, parecía que todo el tiempo necesitaba de comida, y que no le mal entiendan, él amaba comer... pero por gusto, no por necesidad. Sus orbes, tan negros como el onix buscaron alrededor algún establecimiento, había varios pero todos estaban cerrados一 Que lugar tan más aburrido一 susurró. Posiblemente la mejor opción sería entrar a robar comida en alguno de ellos. Planeaba hacerlo hasta que escuchó un grito ofreciendo comida... un baile también pero ahora le importaba más la comida. Entonces pensó que toda la zona estaba cerrada por el 'festejo' que se podría estar llevando a cabo.
Con pasos gráciles, se acercó al lugar del que había provenido el grito-anuncio. Se encontró decepcionado cuando se acercó y ningún olor de algún manjar cruzó sus fosas nasales.