Y las legiones emprendieron marcha a una guerra sin retorno, Ares rey absoluto de la violencia y el dolor, Dios de la sangre y su clamor, comandaba bajo el amparo de su bendición a cada hombre que le acompañaba a la guerra contra Hades. Ya habían estudiado el mapa, y tenían una ruta trazada, las campañas habían iniciado en una gran avanzada. La estrategia en el campo de batalla primaba, tácticas que ya estaban preparadas para la oda bélica que se avecinaba a la entrada del Inframundo.
