As1555013 is using SimilarWorlds.
Join SimilarWorlds today »
➥「RP ᴀᴄᴄᴏᴜɴᴛ 」| Gᴜᴀʀᴅɪᴀɴ Aɴɢᴇʟ | Nσ + 18 |
About Me
The Whiteboard is a place where people can send Gestures, Attributes, Images, Comments, and much more...
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
SW-User
[center][med]Retroceso [/med]

El momento había llegado. Ese día, Luciel estaba preparándose para salir a una especie de misión que Dios, su padre, le había encomendado. Los ángeles que estaban a su servicio, le ayudaban a colocarse su brillante y plateada armadura, mientras otros le informaban sobre la situación; una brecha se había abierto en la tierra, brecha donde seguramente saldrían los demonios a causar caos. Esos trabajos no eran muy común para Luciel y ella lo sabía muy bien, pero también sabía que su alejamiento del paraíso se daría por algo que estaba por acontecer; seguramente, querían que no estuviera presente.

El tiempo había pasado y Luciel estuvo a punto de partir, hasta que un arcángel bien conocido por ella se hizo presente.

[c=#608FBF]— Luciel, por órdenes han querido que te alejes, quieren evitar que sufras.[/c]

[c=#666600]— ¿Sufrir? ¿A qué te refieres, Gabriel?[/c]

[c=#608FBF]— Padre quiso evitar que tu puro corazón se lastimara pero... Ariel...[/c]

[c=#666600]— ¿Ariel? ¿Qué ocurre con Ariel, Gabriel? —[/c] Efusiva, se acercó al arcángel, tomándolo por el cuello de su ropa, mirándolo con preocupación.

[c=#608FBF]— Tranquila... Es solo qué...[/c]

[c=#666600]— ¡¿Sólo qué, Gabriel?! Habla. [/c]

[c=#608FBF]— Ariel cometió un pecado... Y será juzgada... Hoy. [/c]

Como balde de agua fría, las manos de Luciel soltaron la ropa del arcángel. Las sentía pesadas, como plomo en ellas, sentía las piernas a temblar y un nudo en la garganta se le formó. ¿Qué clase de pecado había cometido Ariel como para ser juzgada? y, ¿qué tan pesado era ese pecado? No había respuestas a su pregunta y ni siquiera le importó su misión. Empuñó sus manos y se giró, dándole la espalda al arcángel. En un segundo, batió sus alas y se retiró del lugar, dirigiéndose hacia el trono de Dios.

A lo lejos, pudo divisar varios ángeles, arcángeles, tronos, serafines y demás, alrededor del trono de dios. En el centro, una Ariel arrodillada y encadenada y a su lado el arcángel Miguel. Dios, tan omnipotente, estaba sentado en su trono. La voz de él se escuchaba por casi todos los cielos, pero por ese extraño momento, Luciel no escuchaba absolutamente nada. En un abrir y cerrar de ojos, Luciel ya estaba arrodillada frente a Ariel, dándole la espalda y dando el frente a dios. No sabía absolutamente nada, pero daría la vida misma si se trataba de su pequeña hermana.

[c=#666600]— Padre, he sabido que Ariel... —[/c] Pausó sus palabras, trató de llevar la mirada hacia Ariel, pero no pudo. [c=#666600]— ... He sabido que cometió un pecado. Sé que intentaron alejarme, que no me enterara de nada de esto, pero padre... Yo quiero saber...[/c]

Dios no respondió a sus palabras, pero la miró con tristeza, con benevolencia. Miguel dio unos pasos al frente, posicionándose al lado de Luciel, a la cual vio con atención, frunciendo ligeramente el entrecejo.

[c=#006633]— Ariel cometió el pecado de enamorarse de un serafín oscuro. De un traidor. En vez de cumplir sus tareas, se dedicó a conocerlo, pasar tiempo con él y enamorarse. Nos dimos cuenta en nuestra última misión y le dijimos a padre lo sucedido. Padre nos pidió traer a Ariel.[/c]

Las palabras de Miguel resonaban en la cabeza de la ya confundida Luciel. ¿Qué era lo que estaba diciendo? ¿Por qué acusaba de eso a Ariel? ¿Qué clase de conspiración estaba ocurriendo?

Se puso de pie y con molestia se lanzó hacia Miguel, Luciel, quien siempre se mantuvo con una mirada y una imagen apacible, aún y en sus crueles batallas, ahora esta con un rostro "endemoniado", como si hubiesen tocado lo más puro y apreciado para ella, como si su talón de aquiles hubiese sido descubierto. Su mirada era fría, llena de furia y su entrecejo estaba por demás fruncido, la boca torcida y su sien a punto de explotar. Sus manos estaban sobre el cuello de la ropa de Miguel y la inminente amenaza de la sefarín se hizo presente cuando sus 8 alas se mostraron frente a todos; al hacer esto, todos sabían que Luciel estaba dispuesta a acabar con quien fuera, esa era la clara señal de su profunda molestia.

[c=#666600]— Lo que dices no es cierto, Ariel no haría tal cosa, ella conoce las reglas y conoce la historia de los serafines oscuros. ¡Todo esto es una conspiración![/c]

Volteó a ver a dios, quien negó con la cabeza, con ello le confirmaba que las palabras de Miguel eran tan ciertas, como tan dolorosas para ella; como mil navajas que atravesaban su pecho.

[c=#666600]— ... Dime que no es verdad, Ariel... Dime... Dime que no hiciste eso... [/c]

La rabia se habia borrado, dándole paso a la profunda tristeza, nunca nadie había visto así de triste a Luciel, por lo que los demás ángeles, tronos, arcángeles y querubines se exaltaron, murmurando. Esta vez, su mirada quedó en Ariel, soltando a Miguel y quedando frente a ella, con una mano sobre la empuñadura de su sagrada espada.

[/center]