ArsenRiddle1568028

[code]El expreso de Hogwarts finalmente llegó a la estación de Hogsmeade, y los estudiantes de Hogwarts comenzaron a descender portando sus túnicas negras con los respectivos escudos de las casas a las que pertenecían, a excepción de los más pequeños; quienes serían sorteados en la ceremonia de elección esa noche, y quienes habían llegado de intercambio estudiantil desde otros colegios de magia.

Una vez dentro del castillo, el prefecto de la casa de Gryffindor los escoltó a la entrada del Gran Comedor donde había una aglomeración de estudiantes, preguntándose si este año el sombrero seleccionador volvería a cantar una de sus canciones antes de la ceremonia. El prefecto les indicó a los estudiantes de intercambio que se sentaran todos juntos en la mesa de Ravenclaw, y que después de la cena se les indicaría a que casa pertenecerían durante su estadía en Hogwarts. Beauxbatons, Uagadou, Ilvermorny y Castelobruxo. Habían de 2 a 3 estudiantes de estas escuelas, siendo ella la única que había pedido su intercambio a Hogwarts. Los estudiantes de Durmstrang nunca pedían intercambios estudiantiles, no les agradaba la idea de mezclarse con estudiantes de otras casas, era muy rara la ocasión que eso sucedía y se desconocían sus razones.

— Grindelwald... — escuchó como la llamaban por su apellido, ocasionando que varias personas voltearan a verla y comenzaran a susurrar. Un profesor enano se acercó hasta la albina, parándose delante de ella. — Acompáñeme a la oficina de la directora.— [/code]

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[code]Se había perdido la ceremonia de elección y algunos elfos domésticos le habían llevado algunos platillos hasta la oficina de la directora de Hogwarts. Minerva McGonagall se presentó en su oficina después de la cena para advertirle sobre las consecuencias que tendría si se le ocurría practicar la magia oscura en Hogwarts, al final de todo era hija de Grindelwald y el director de Durmstrang le había informado a Minerva sobre Abigail. Después de haber escuchado tanto sermón sin razón, se le indicó que se quedaría con los estudiantes de Slytherin. Los demás estudiantes de intercambio habían sido colocados en las otras cosas, y una vez más Abigail estaría completamente sola, o eso creía.

Tardó un poco en encontrar las mazmorras, además de que esa zona parecía un laberinto sin luz. Después de haber entrado a varias habitaciones, por fin dio con el muro de piedra.

[b]— Sangre pura... —[/b] dijo y se abrió un pasaje que daba a la sala común de Slytherin. Al entrar, varios estudiantes voltearon a verla; algunos le sonreían, otros la barrían y otros; sobre todo las chicas, comenzaron a decir comentarios estúpidos acerca de su apariencia albina y burlas sobre sus ojos. Decidió ignorarlos y fue a la habitación dónde se encontraban sus cosas. Agradecía que a los estudiantes de intercambio se les daba una habitación únicamente para ellos, y al ser la única que fue colocada en Slytherin, tendría toda la habitación de mujeres para ella sola. Se cambió de ropa y decidió ir a pasar un rato a la sala para jugar ajedrez mágico en solitario antes de irse a dormir.

Bajó nuevamente a la sala, preguntándole a un chico de 5to año dónde estaban los tableros de ajedrez, y este le señalo una zona donde habían sillones individuales de cuero, mesas pequeñas con un tablero en cada una de ellas. Todas estaban ocupadas a excepción de una, pues había una pareja que no estaban usando uso del ajedrez, sino que estaban besándose y acariciándose entre ellos descaradamente, los iba a mover de ahí sin duda alguna.

Se colocó delante de la mesa, y reconoció de manera inmediata al chico. Tocando el hombro del chico con su dedo índice, mostrando una sonrisa sarcástica dijo sin más.

[b]— Oye, ¿te molestaría si vas a besar a tu "novia" a otra parte? —[/b] [/code]

[code]Dejó la oficina del director y se dirigió a la sala común de su casa, la cuál estaba en la torre más alta del castillo. Antes de llegar, en uno de los pasillos vio que un alumno estaba sentado y observando hacia el exterior desde una ventana. El chico era mayor que ella, no sabía por cuanto, ni a que grado pertenecía, pero lo intuía. No sabía si seguir su camino hacia su sala o acercarse a él. La mejor decisión era retirarse, ya muchos estudiantes le habían mostrado su desagrado por ella, e incluso lanzando comentarios acerca de su apariencia. ¿Qué le aseguraba que él no haría lo mismo? Nada. Pero sabía que lo estaba juzgando antes de tiempo, si no comenzaba a hacer amigos desde ahora, el resto de su estadía en Durmstrang sería difícil.

Se acercó al muchacho, quién le parecía atractivo a primera vista. Sus rasgos físicos le parecían conocidos, pero no sabía a ciencia cierta porqué; probablemente lo había visto en otra parte y el recuerdo solo era vago. Se paró a lado de él, sin omitir algún ruido. Se sentía tan tonta que comenzó a arrepentirse de haberse acercado, mejor se retiraría. Fue entonces cuándo se le ocurrió un modo de escape, para no perder la dignidad.

— [b]Disculpa que te moleste. ¿Sabes dónde está la sala común de los Galkin? Tuve que pasar a la oficina director y ya no pude alcanzar a mis otros compañeros.[/b] —[/code]

[center][b]6 años atrás...[/b]

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[code]El barco de Durmstrang había zarpado desde el puerto de Oslo, Noruega hace más de tres horas. Los estudiantes se habían despedido de sus padres magos, a diferencia de Abigail que había llegado sola entre comillas. Llegó acompañada de un elfo doméstico, quien cargó las maletas de la chica para comenzar su primer año de estudios en el Instituto de Magia. Una vez que el barco llegó a una nueva costa, los prefectos de Durmsntrang comenzaron a apresurar a todos los estudiantes para desalojar el barco y dirigirse a la cueva donde tomarían un bote para poder adentrarse aún más y poder llegar al castillo.

Los estudiantes de primer año fueron los últimos en tomar el bote, ya que debían pasar por la ceremonia de elección una vez que los estudiantes de los otros grados estuvieran ya en sus respectivas mesas. Al llegar al último piso de Durmstrang por el río subterráneo, los estudiantes bajaron del bote, quienes se formaron en doble fila como les había pedido el subdirector de la escuela, quien los llevo hacía el Gran Comedor, el cuál estaba decorado con gárgolas y dragones de piedra en las paredes. Habían pocas antorchas, dándole un escenario más antiguo y gótico a la habitación. Todos los profesores ya se encontraban en la mesa principal, vistiendo ropas abrigadas de color negro y vino, así como todos los demás estudiantes quienes ya portaban su uniforme.

El director de ese entonces, András Hallstein, dió su discurso de bienvenida al nuevo año escolar. Después dedicó unas cuantas palabras a sus profesores, quienes todavía enseñaban las Artes Oscuras con orgullo y para finalizar, recalcó la importancia de la importancia de que estudiantes de sangre pura asistan a su escuela. Al finalizar, todos en la sala aplaudieron, para después guardar silencio.

— A todos los nuevos estudiantes, mí nombre es Elof Osborn. Subdirector y jefe de la casa Olson, profesor de de pociones y alquimia. A continuación, daremos inicio con la ceremonia de selección. Según la leyenda, Nerida Vulchanova tenía en su poder, la espada Gram, con la que Sigurd mató a un dragón. Esta espada tiene el poder de reflejar en si misma lo que había en los corazones que aquellos que la portaran. Por tanto, los alumnos habrán de sostener la espada, y esperar a que su hoja emita un resplandor. Dependiendo de esto, tomarán asiento en la mesa de la casa que se les otorgó. Empecemos. Amundsen, Erling.—

Continúo llamando a los nuevos estudiantes, quedando pocos cada vez más. Al final, quedaba solamente ella. El subdirector volteó a verla antes de pronunciar su nombre, se le quedó viendo con extrañeza, no siendo el único, sino todos los demás estudiantes. Tenían cierta curiosidad en ella, no dejaban de susurrar a sus espaldas, y los comentarios que más escuchaba era respecto al color de su cabello y el color de sus ojos, pues uno era blanco y el otro negro. Finalmente sucedió.

— Grindelwald, Abigail. — la llamó para subir al estrado. Los susurros comenzaron a escucharse más, Abigail no sabía si voltear a ver a los demás, ver a los profesores o poner la mirada fija en el subdirector Osborn. Al final solamente se quedó viendo la espada. La espada de Sigurd, la espada que en algún momento su padre también sostuvo para poder ser elegido. Abigail tomó la espada, la levantó con mucho esfuerzo por lo pesada que era y espero a que se revelara el resplandor. Tardó varios minutos, hasta que la hoja resplandeció como una sombra, lo que significaba que pertenecería a la casa Galkin. Sus demás compañeros, emitieron unos pocos aplausos. Algunos otros solamente se le quedaban viendo. El subdirector le indicó con un gesto que fuera a tomar su lugar en la mesa indicada, y cuando se sentó, quienes estaban cerca de ella, se alejaron de ella, manteniendo una distancia proporcional a ella.

Después de dos horas, todos terminaron de merendar y se les indicó ir a sus salas respectivas. Antes de levantarse de su mesa, el jefe de su casa, Sven Torvald, profesor de las Artes Oscuras se acercó a ella y le pidió que no se retirara, pues su presencia era requerida en la oficina del director antes de irse a dormir. Apenas había llegado y ya la habían llamando, y sin haber hecho nada.

Abigail se dirigió a la oficina del director, había recorrido varios pasillos para poder llegar a ella. Dentro de esta, se encontraban todos los profesores, prefectos y el mismo director, quienes le pidieron tomar asiento para explicarles la razón por la cuál la habían llamado. Le habían advertido que ella no tendría segundas oportunidades como su padre Grindelwald, que a la primera sospecha de hacer experimentos como él, sería expulsada y se mandaría una lechuza a las demás escuelas de prohibirle el acceso a su educación. También se le comentó que estaría bajo el ojo continuo de los profesores y prefectos. Ella estuvo de acuerdo, y se retiró.

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Jajá. ¡No has cambiado!
Pero el rompecorazones aquí, eres tú. Sólo recuerdo ver a Celeste con pequeñas escenas, sigue igual que siempre.

Once again old friend.

Más bien el afortunado eres tú, tampoco te creas tanto.

Puedes irte de Sweeney Todd

Así que ya terminaron tu y Elizabeth?

Créeme que lo será. Puedo ayudarte a elegir uno

Haré como que no te creo aunque sabemos que todos en el equipo lo hacen

El 31 de Octubre, espero que lleves un buen disfraz