También lo sintio, esa urgencia, después de todo ella también estaba saboreando las puertas limitrofes para cuando se alejó y saco aquella virilidad de ella. A Itto no le costó mucho llenarla con aquella verga nuevamente, con el peso que imprimia terminaba el rostro de la chica contra la almohada, esto era a propósito, ahogaba ahí sus jadeos.

Su cabello se alborotaba un poco y no podía verse nada de su rostro, pero si lo viese notaría esas pupilas en forma de corazón, empujar a ese punto dulce y presionar había terminado de dar alcance a su propio orgasmo, él la iba llenando con aquella esperma y ambos fluidos se mezclaban de forma poco armoniosa en su coño. (¡Me vengo oOoOO! Me vengo. . . Demasiado. . .) Él no podía escucharla, sonaba como que mascullaba ahí con la cara pegada a la almohada, respiración agitada, espalda arqueada y cuerpo comprimido a la cama, una escena obscena, se desbordaba de aquellos apestosos fluidos del Oni.