— Hey... ¿Quién dijo que podías irte y darme la espalda?
Curiosamente haber salido de su interior y experimentar el frío del aire le de la habitación le hizo experimentar una urgencia como...una muy familiar, pero a la vez distinta. Quizá ese era el objetivo del sexo!
No le costó mucho por su enorme tamaño desplazarse solo un poco hacia el frente y es que el empapadísimo coño de la guerrera tengu dió la bienvenida al falo de oni y sus protuberancias para entrar de lleno una vez más.
Itto sintió la cabeza en blanco y parpadeo repetidas veces pues...
— Hm! Intere...sante... Algo salió de mí y me dejó viendo blanco por un segundo... Sin duda tu poder es increíble, mi rival!
...para su desconocimiento, había soltado una cantidad considerable de semen dentro del apretado sexo de la tengu.
