Al parecer, después de si último encargo ambos no regresaron bien de la cabeza, tanto así que Santiago le regaló esa pulsera tan especial a Aoi ¿qué les pasó a estos dos después de ese viaje? Quizá la locura consumió sus almas ¿Es acaso que tenían una?
Toda esa historia transcurrió en un simple hotel de nombre Edén. Lugar cuáles fueron encontradas algunas víctimas de esté mismo psicópata. ¿Ése era el final? No estaba del todo claro, las palabras fueron claves pará dar a entender qué cumplió en volver a su "amado" cómo uno de ellos. Una multitud de gente sé asomó a ver todo lo que ocurría en ése entonces, las ambulancias llevaron a aquél joven víctima y títere del mismo dentista. Entré la gente logro mostrarse con vida... Aún no sé sabe que fue lo qué ocurrió en esa misma estancia.
Esas palabras finales fueron las de ese psicópata ¿acaso ese fue el final de todo? Se sentó a su lado pensando en todo lo que había ocurrido en que había salvado quizá a aquella chica todo paso tan rápido por su mente que quedó en blanco. La policía llegó al lugar haciéndo acto de presencia en ese maldito infierno llamado Edén.
En la ambulancia se encontraba, estaba bastante lastimado y sin más aliviado de que todo había acabado ¿ Acaso si acabo todo?
— Sentía euforia y locura en su ser. Era lo que describía su rostro dónde su sonrisa ladina sé hacía presente en cada momento. En esa feroz batalla logro darle varios golpes llevando la ventaja por su altura y fuerza. Sólo le importaba aquél hombre que estaba enfrente suyo y nadie más, aquél hombre cuál llamaba "Amor" y qué Observaba cuándo en su vista sé encontraba perdido. Cae derribado al suelo Sintiendo esas manos cálidas sobre su cuello cuáles no dudo en acariciar y a ls vez verlo a sus ojos. —
Tú y yo...Estaremos siempre unidos...Amor ~
— Sus ojos perdidos miraron cómo tomó ése cuter cuál dirigido fue a su cuello, la sangre brotaba por los costados al igual qué de sus labios. Sólo ríe mostrando esa locura, ese Sadismo qué siente pará acto final morir a manos de su "amado"...,O puede ser que no. Aún así, sabía qué sus palabras fueron ciertas : "Unido a él pará siempre".
— No entendía porque el bastardo sonreía siempre de esa forma, eso solo hacia que se sintiera enojado y con muchas ganas de matarlo, así fue que cuando le coloco aquella pulsera una batalla comenzó, se lanzó contra el con todos sus fuerzas tratando de arrancarle la vida. Por culpa de ese bastardo muchos había muerto y solo por culpa de él.
— Muérete maldito, muérete...
Sus manos apretaban el cuello pero parecía que no sucedía nada más en aquella pelea había logrado tomar un cúter el cual utilizo para cortar su cuello, ahí estaba ese asesino por fin a punto de morir.
— Su sonrisa nuevamente notoria y más al verlo de esa forma. Tan desesperado y con ansias de provocar que él instinto asesino de su "amado" sé viera a la luz del mismo día. Acarició sutilmente su rostro y a su vez giro su mirada a la mujer luego de colocar la pulsera. —
¿Ella?... Sólo la dormí y ésto es de ella.
— Marcó con su dedo índice un diente cuál estaba en la misma pulsera qué colocó. Volvió a sonreír y dictó. —
— Apenas si podía llorar, no podía hacerlo tenía casi un nudo en la garganta que le impedía seguir gritando tras ver a la chica inconsciente a su lado a causa del loco que hace nada le coloco esa desagradable pulsera _
¿¡ QUÉ LE HICISTE A LA MUJER, QUÉ LE HICISTE A LA MUJER MALDITO LOCO!?
— Sus gritos siguieron hasta que el sujeto después de colocar la pulsera dijo aquellas palabras ." Te dejare vivir" —
