Desafortunadamente no entendió nada de lo que su bella esposa dijo. Pero no tenía que entender para que su pecho se llene de calor, suspirando enamorada.

— Mi amor... ~ Me gusta mucho, demasiado tu japonés. Estoy intrigada, ¿por qué nunca haces uso de ese idioma?

Se inclina un poco sobre la mesa, entre cerrando sus ojos claros, coqueta.

— Podría escucharte por horas, aunque no entienda qué dices ~

Antonella sonríe y mirando a Nina a los ojos pronuncia aquella voz un poco más gruesa por la pronunciación en japonés.

— Watashi wa shiawasede anata to kekkon shite imasu

Al hablar, Antonella se veía aún más asiática por sus rasgos y ahora el nuevo acento e idioma.

Ya había hablado mucho por ende la rusa se dedica a comer un rato, silenciosa y disfrutando.
Negó, sacudiendo un poco sus cabellos pelirrojos.

— Mmh... Nunca. Tu italiano fue suficiente para derretirme completa ~

Ladea su rostro con una sonrisita de sumo interés.

—Dime algo, soy toda oídos.

Si lo pensaba con más análisis su esposa tenía razón, Ciro y Molly eran inmaduros cómo para la responsabilidad de niños.

— Tienes razón mi amor... Siguen chiquitos (?) Mejor que exploren las maravillas de estar casados

Dió otro bocanado, fue por el huevo con los palillos para comerlo, todo estaba divino.

— ¿Nunca te llegue hablar en japonés cierto?

Nina le miró con expresión clara de '¿cómo te explico?' (?)

— Cariño... Ciro y Molly son una pareja joven y con un estilo de vida muy... peculiar. Si tienen hijos, muchos de ellos, van a enloquecer. (?)

Bastante segura de sus propias palabras asiente. Ella siente que sería una excelente abuela, de todas formas.

— ¿Eh?! ¿Por qué no?! ¿No quieres nietos corriendo por todo ese templo?

Pregunta frunciendo su ceño con un camarón casi en su boca, la respuesta de su esposa le dejo boquiabierta.

— Quiero mi equipo de fútbol ahora en nietos (?)

— ¿Qué quieres apostar? ~

Atrapa el camarón abriendo grande la boca. No se cansaba de la deliciosa comida de su esposa.
Contenta masticaba hasta que con una mano da un dramático golpecito en la mesa.

— ¡Sobre mi cadáver! No tendrá seis hijos. Si le doy permiso tendrán uno. (?)

— Hahaha ¿Aún con que son dos niñas? Deberíamos hacer una apuesta ~

Toma un camarón y se lo pasa a la boca a su esposa.

— Tendremos que hablar con ambos a ver qué quisieran, quiero muchos nietos! Ojalá Ciro sea como yo y le de a Molly seis hijos (?) Así que pienso que un templo estaría bien ~

Se notaba lo orgullosa y feliz que sonreía cada vez que hablaban sobre alguno de sus hijos. Come tranquilamente, tomándose ese momento para pensar.

— Tendríamos que averiguar sus preferencias. Si quieren una casa tradicional japonesa, algo más actual... ¡Ah!

Dejó un momento los palillos para tocarse el vientre con ambas manos.

— ¡Si! Veremos a las bebés por fin, para que tengas que darme la razón ~

— ¿Ya pensaste que le vamos hacer en Japón? Estaba pensando... Regalarle una casa o un departamento para ellos, un regalo de bodas

Continúa comiendo ignorando al japonés ese fulano (?) Y bebiendo su te de flor de Jamaica.

— Amor tenemos la cita para ver a los gemelos ~