- Acepto

La suelta y toma su mano entrelazando sus dedos para ir por las llaves del auto e ir a comprar.

Ríe, incluso si esas mordidas le causaban un calor especial en el rostro.

— Podrías venir conmigo... ¿Qué dices?

- ¿Y si no quiero?...

Musita nuevamente ronroneante mordiendo despacio el cuello ajeno y apretando con sus manos el vientre de la pelirroja.

- Hm ~...

Como siempre que oía esa voz tan atractiva y cercana, Nina se estremeció apegandose más a ella.

— No puedes Nella, no seas golosa.Uhm... Si eres buena tal vez un poco.

Voltea el rostro dejando un suave pero fugaz beso en su mejilla.

— Ahora necesito que me liberes para ir de compras...

Su voz ronroneante y gruesa se dirige susurrante al oido de la pelirroja mimosa.

- Quiero... sere tu ayudante ¿Me puedo comer la masa antes de hornear?

Deja caricias suaves con la punta de su nariz a la mejilla ajena.

— Mhm. Antes de comerme... ¿Me ayudarás a preparar chocolates caseros? Los haremos en forma de fantasmas y calabazas.

Se recarga suave y cómoda en ella, balanceándose ligeramente en ese abrazo.

Su piel se estremecio ante la voz de Nina, para Anto era una debilidad. Su mirada se poso con una sonrisa ladina abrazandola nuevamente por su espalda.

- Oye... principessa, este halloween sera magnifico a tu lado

Deja mas besos dulces y suaves a la mejilla de ella.

- Pero esta zorra te comera igual ~

Un suave rubor se instala en su rostro al recibir la lamida. A pesar de que quería reír, se cruza de brazos y sigue el juego.

— ¿Ah sí? Tendremos que castrarte.

La pelirroja aproxima sus labios al oído de Antonella agregando.

— O buscaremos otra solución a esos impulsos suyos, señora zorra zanahoria. ~

- No soy como esas otras bestias blandengues

Eleva leve su menton ante esa caricia, le gustaba los coqueteos de la pelirroja.

- Mas respeto cola esponjosa, o te muerdo alli tambien

Se acerca lamiendo los labios ajenos picara.

- Esta zorra se vuelve mas salvaje al olerte ~

— Me estás difamando, jamás haría una cosa así. Soy suave y amorosa ~

A propósito le sonríe enseñando los dientes y antes de soltarla le acaricia el mentón.

— Mfh...No me asustas, zorra zanahoria. Me he enfrentado a peores bestias.