Promesa. -Rie cómplice con su madre y tomo el chocolate para comerlo junto a ella y mira lo que estabs haciendo ella y no entendía demasiado pero si lograba hacerla sentir mejor con sus masajes entonces estaría más que feliz.- Si mejor me quedo contigo mami

— Si, mejor quédate y hazle masajitos a tu mami, ando cansada

Se recuesta en el espaldar de la silla con su nena en brazos, saca de una de sus gavetas de la mesa un chocolate, Antonella comía para el estrés.

— Ten... No le digas a tu mamá que te di ~

Susurra en complicidad con su hija.

Tal vez. -Suelta una carcajada gracias a las cosquillas que le hace en su barriga y le miro asintiendo un par de veces después de recuperar el aire.- ¡Le diré en un rato más!

— Algo me dice que vas a tener mucha relación de grande con las plantas ~

Le hace cosquillas a su barriga para hacerla reír un poco, estaba cansada pero su abrazo y la presión en su nuca le relajaban.

— No te ensucies tanto el vestido, ¿Por qué no le dices a mami Nina que te cambie? Así te pones ropa para hacer tu juego de jardinería

¡Estaba jugando en el jardín!-Y por jugar se refiere a sacar algunas plantas de mas macetas siendo extremadamente cuidadosa con el vestido que usaba ese día y pese a que se lavo sus manitas aún estaban un poco sucias, se aferra al cuello de su madre, ante sus ojos su madre era la mujer más inteligente y fuerte que ha conocido.-

Estaba en su oficina de la casa escribiendo algunos documentos, le dolía la cabeza de tanto trabajo y tantas horas en la pantalla. La niña le tomo por sorpresa pero fue una excusa perfecta para dejar de trabajar por un rato.

— Chiquita!

Le carga para tenerla en sus brazos.

— ¿Que estabas haciendo que vienes tan animada?

¡Mami! -La pequeña castaña corrio hasta la mujer aferrándose a sus piernas.-