El comportamiento errático de su hija en el video alertó a Nina, que se mordía las uñas sin despegar la mirada.

— Mi pobre bebé...¿habrá visto algo y no quiere decirnos? Es muy reservada.

Observó luego a Antonella acariciándole los hombros.

— Deberíamos preguntarle.

— Mi amor eres muy flexible ~

Se reía pícara sin quitar su mirada de la pantalla. Clickeo en los videos del pasillo, abrió unos tres sin ver nada, solo a Suzu salir de vez en cuando con cierta duda.

— ¿Que le pasa a Suzu? ¿Será que ella lo ha visto también?

Comenta concentrada viendo a su hija en conjunto con su esposa entrando a su habitación nuevamente.

Las manos de Nina van a los ojos de Anto, cubriéndole entre risas.

— Cielos, no sabía que...mi pierna podía...ah.

Le descubre, dejando un divertido pellizco en la mejilla de su esposa.

— No te distraigas... mira de la cámara que enfoca el pasillo, cerca de las habitaciones. Allí vi eso por primera vez...

— Amor son muchos videos...

Iba clickeando y revisando en las fechas más cercanas donde ellas estuvieron más en casa. Algunos vídeos eran algo... Eróticos(?).

— Que buen ángulo ~

— Quizás...lo imaginé todo amor. Lo siento, qué perdida de tiempo...

Dijo Nina quien estaba inclinada tras Antonella, mirando por encima de su hombro mientras la italiana revisaba grabaciones de las cámaras de seguridad.

Un suspiro pesado se escucha en la oficina, Nina se sentía decepcionada.