-Se sonrojó violentamente ante tal observación. Si, era verdad. Su corazón de pronto había empezado a latir rápido y su respiración fue cada vez menos pausada y es que de pronto, al haberle estado observando la nuca mientras intentaba dormir, imaginó sus dedos deslizarse entre la bermeja melena del varón. Su cabello era rojo, brillante y quería saber cómo se sentiría entre sus dedos. De pronto el recuerdo del reclamo del dulce vino a su mente, agitando sus recuerdos y sonrojándola tan solo al recrear dicho momento, decantando en la situación antes mencionada.

—A-Ah... pero ¿No has pensado en que si te subes sobre las personas, les podrías provocar algo peor? —de pronto se vio en la necesidad de aclarar, ya lo que provocó en ella no era para nada peligro, todo lo contrario —No sé, se pueden ahogar o perder el conocimiento. Tal vez tienen una fractura o les duele algo... no sé! —