—No! no siempre! Pueden ser por otras cosas... —Pero guardó silencio. Estaba abochornada por lo ocurrido y sintió de pronto que hablar de más, la colocaría en una posición más vergonzosa. Suspiró resignada y se acomodó sobre la orilla, dispuesta a levantarse ya.
—En ese caso... Al mal paso, darle prisa. Mientras más pronto nos pongamos en marcha, más rápido lo lograremos. —Buscó las botas y comenzó a ponérselas a toda prisa.—Pero primero buscaré algo para comer y llevar en el camino. No quiero volver a pasar lo de hace unos días. —
Una respiración agitada es señal de algo ocurriendo ¿No?
-Parpadea dos veces, habían cosas que no entendía, después de todo su procedencia no era falsa, no pertenecía enteramente a este mundo, por lo cual incluso algo tan simple podría resultarle extraño. Cerro sus párpados luego de esto, y finalizada su pregunta desvío su mirada hacia el frente.-
La mañana se acerca entonces -Se mantenía sentado en el respaldar de la cama, aún no estaba enteramente dispuesto a levantarse- Tendremos que seguir pronto con la búsqueda
—¿Especial? —Se sentaba sobre la cama, recargando la espalda en el muro mientras se abanica el rostro al sentirse acalorada por la situación previa. Tragó saliva y suspiró, intentando recomponerse.
—¿Qué se suponía que estaba pasando? Solo intentaba dormir. —Se reacomodó el peto de su traje y se alisó los mechones. dorados de su melena
—Aunque bueno... Ya no será posible. Ya casi comenzarán a cantar las golondrinas.—
No es una costumbre como tal, honestamente. Era un caso especial a decir verdad.
-Con esto posiblemente incluso sus palabras podrían malentenderse, estaba hablando con toda la calma del mundo aunque el simple tema de estar sobre ella no fuese exactamente algo cualquiera; pero, el no lo hacía con mala intención ciertamente, había una intencionalidad verdadera.-
Además, si estaba pasando lo que pensaba ¿Cómo podría darme cuenta? Prefiero hacerlo con esa cercanía, no podría dejar que algo te pase mientras duermes
-Se sonrojó violentamente ante tal observación. Si, era verdad. Su corazón de pronto había empezado a latir rápido y su respiración fue cada vez menos pausada y es que de pronto, al haberle estado observando la nuca mientras intentaba dormir, imaginó sus dedos deslizarse entre la bermeja melena del varón. Su cabello era rojo, brillante y quería saber cómo se sentiría entre sus dedos. De pronto el recuerdo del reclamo del dulce vino a su mente, agitando sus recuerdos y sonrojándola tan solo al recrear dicho momento, decantando en la situación antes mencionada.
—A-Ah... pero ¿No has pensado en que si te subes sobre las personas, les podrías provocar algo peor? —de pronto se vio en la necesidad de aclarar, ya lo que provocó en ella no era para nada peligro, todo lo contrario —No sé, se pueden ahogar o perder el conocimiento. Tal vez tienen una fractura o les duele algo... no sé! —
-Y es que, el pelirrojo no tenía una mayor importancia sobre temas como el espacio personal, eran cosas que simplemente no resultaba en algo de lo cual deba tener cuidado. Así finalmente se despega de ella, solo sentandose en un lado de la cama.-
Por un momento pensé que algo te pasaba, tu respiración parecía agitada, debía asegurarme -Y ahí, estaba su razón del porqué había tomado esa posición sobre ella.-
-No podía entender, cómo alguien de su rango y estatus, tenía tal desconocimiento del espacio interpersonal y las buenas costumbres.
Se aclaró la garganta y volvió a jadear, mientras se remueve un poco debajo de él, en un intento por aliviar el dolor en las costillas por el peso del varón,
—Bueno... no, no me despertaste, ya estaba despierta... —aceptó finalmente, en un intento por librarse del escrutinio ajeno y del bochorno que este le provocaba.-
