-Quedó en completo silencio tras semejante revelación.

Cayó del cielo, como una estrella fugaz. Parecía que todo se conjugaba alrededor de aquel nombre tan imponente.

De un momento a otro, soltó el aire que no se había dado cuenta, contuvo en sus pulmones, impresionada por él. Asintió entonces, torpemente, mientras hunde la cuchara en su sopa para comer un poco.

Caí del cielo

¿Qué secretos Habían detrás de su origen? Cada vez estaba más decidida a saber de él.-

Caí del cielo

-Hubo un silencio sepulcral luego de esto, como si incluso el aire se hubiese quedado extrañado por sus palabras. Lo decía como si realmente no importara el significado de tal cosa.-

Este grupo que ves son criaturas que me han seguido, hay algo en la tierra salvaje que respeta enormemente la fuerza. -Subio su mirada hacia ella luego de esto, cruzando se de brazos tras terminar de comer-

Y no, no tengo nada más que eso

—Tengo la esencia de mi familia, pero tengo este poder que no es para nada común entre los míos. —Bebió un poco de vino y luego tomó un poco de pan.

—¿Qué hay de ti? —Preguntó con curiosidad. —Eres líder de tu grupo, eres un dragón ¿Tienes familia? ¿Esposa? ¿Hijos? —

Pero al menos, naciste de algo

-Comentaria mientras daba una mordida al pedazo de carne que por su lado estaba comiendo junto a ella. Cerro sus párpados, no parecía ni siquiera sorprendido en verdad, es como si fuese una historia cuánto menos común de escuchar... quizás-

Eso solo vuelve tu existencia más única, en diferencia a los dragones que nacen de huevos o de vientres. Al final de cuentas, no es como que seamos una raza cualquiera

-Soltó un suspiro y bajó los hombros al relajar su postura. Ya había delatado un poco de sí, así que no se opuso a contarle una poco más.

—En mi familia, mi padre domina el trueno, mi hermana el fuego, uno de mis tíos el agua y otro la tierra. Yo... No nací en sí de un dragón. Fui entregada como una semilla a mi padre y... Nací. Es difícil de explicar. —Se aclaró la garganta y volvió a comer.-

¿Acaso la luz es algo a lo que deban temer?

-Hizo la pregunta de forma directa; Antares había crecido con un elemento mucho más destructivo que el que su contraria manifestaba, le parecía bastante extraño ese comentario en relación a la naturaleza de su capacidad-

Ni veo eso como algo de lo cual alguien deba verte mal

-Se encogió de hombros ante la pregunta. Tomó la punta de su servilleta y con cuidado, se limpió las comisuras antes de colocar la tela de nuevo sobre los muslos para responder.-

—No me culpes... he pasado demasiado tiempo siendo el fenómeno que había que estudiar... — Entonces guardó silencio. Demasiado sobre sí misma que quizás a él no le podía interesar. Volvió su atención a la cuchara y retomó sus alimentos. -

¿En serio pensabas que era por algo malo?

-Mantuvo sus brazos cruzados, la verdad es que si resultaba extraño; conoce la naturaleza dragonica más que cualquier otro, pero aún así ahí está ella, comiendo con la delicadeza de cualquier ser humano -

-Aún desconcertada, se pasó las yemas de los dedos sobre las mejillas luego los labios. Al no sentir nada extraño o fuera de lugar, de encogió de hombros y siguió comiendo su sopa en aquel hostal que encontraron en el camino.-

-Parpadea dos veces, en momentos, el varón simplemente se quedaba viéndole sin demasiado que comentar, parte de su personalidad analítica; aunque, en este caso era un tanto distinto -

-Regresaria a la realidad tras escucharle, negando con la cabeza- No es nada